lunes, 12 de enero de 2009

HISTORIA DE UNA TARTA

Tengo un sobrino que se llama Ismael, precioso por cierto, que es cuarenta días mayor que María. Se quieren muchísimo, (aunque también se pelean muchísimo).

Mi hija, con su maleta a cuestas, en el momento que puede se acopla en casa de mis cuñados. Hay veces que Ismael estaba tan saturado de ella que le ha puesto la maleta en la puerta y ha dicho "María se va".

Mi hija no puede entender que durante cuarenta días su primo sea mayor que ella, y el día del cumpleaños del primo lo pasa fatal. Pone su mejor sonrisa profiden, pero en el fondo no puede entender que por un día a ella casi nadie le haga caso, y no tenga un protagonismo ni siquiera compartido.

Tengo una amiga, Ines, que además de gustarle la poesía (tenéis en la página principal del blog un apartado dedicado a ella), le encanta cocinar, y le sale muy bien.

Y a estas alturas pensaréis que tiene que ver esto con una tarta. Sigo contando.

En noviembre Ines hizo una tarta preciosísima con ayuda de su hija Susana del personaje favorito de Ismael, Spiderman. Y María, como mujer que es, pensó que ella no podía ser menos, y dijo que para su cumple también quería una para ella pero de chica.

Pues bien, hoy ha cumplido siete años, e Ines fiel a su promesa le ha hecho la tarta. Preciosísima y además buenísima.

Soy consciente del trabajo que ha tenido, del cariño que le ha puesto y de la alegría que le ha dado a los niños. Por eso las quiero poner aquí, no para daros envidia por no probarlas, pero para que todos las veais.

Ya le he dicho que mi cumple se acerca, y que la quiero de Miguel Bosé.





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