Hoy escribo esta entrada con un estado de ánimo indescriptible. Es una mezcla de rabia, impotencia, pena, ganas de pegarle un berrido a alguien .....quizá tendría que dejar el teclado para otro momento. Pero no. Voy a seguir.
Os voy a presentar dos definiciones
Inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos.
Empatía: Es la capacidad que tiene el ser humano para conectarse a otra persona y responder adecuadamente a las necesidades del otro, a compartir sus sentimientos, e ideas de tal manera que logra que el otro se sienta muy bien con el.
Supongo que los habréis escuchado en alguna ocasión. Están de moda. En cualquier caso, lo que definen estos dos términos es lo que una persona que pueda razonar un poquito hace, aunque no sepa que corresponde a esto.
En una palabra, no se te ocurre a nadie que se ha roto una pierna, decirle que eso es malísimo, que lo va a pasar fatal mientras tenga la escayola puesta, y que además, pues bueno, eso es lo que le ha tocado, que cada uno tiene lo suyo..... ¿a que no? Son cosas, que aunque sepas que son ciertas, las puedes pensar, pero nunca decir. Total para bajar los ánimos, mejor estar calladito.
En general, cuando la gente me pregunta, suelo contestar "bien". Ya sabéis mi teoría, no quiero causar más dolor a nadie. No quiero que nadie sufra por mi. Además de qué va a servir que cuente mis penas, si con esto no se va a aliviar mi dolor.
Los que me conocen, dicen que en mis ojos se nota en realidad el estado de ánimo. Debo hacer gala de eso que dicen que os ojos son el espejo de alma. Bueno, puede ser, la sonrisa la controlo, pero la expresión de mis ojos es algo que se me escapa.
Son muchas las personas que me animan, afortunadamente. Muchas las personas que tienen esa inteligencia emocional y esa empatía. Que aunque no sean capaces de imaginar el dolor en toda su magnitud, si que se solidarizan con mis sentimientos. A todas estas personas, jamás tendré con que pagarles tanta generosidad y tanta entrega. ¿verdad hermanita? Os contaré un secreto, que no salga de aquí, y es que el otro día, le contesté de tan mala manera que tuve que llamarla a pedir perdón.
Pero hay algunas personas que carecen de esa sensibilidad. No digo yo que lo hagan por fastidiarme, ni porque quieran hacerme daño. Pero lo consiguen. Porque con dos palabras me devuelven a la realidad, y me la enseñan con toda su crudeza.
Me dicen cosas como estas: "no te puedes imaginar lo que es quedarse sola". Otra me escribe en un email: "aunque tu corazón esté roto, el mundo no se parará para que lo arregles, sigue adelante". Otra me dice: "es que la soledad es de mala...." o "cada uno tenemos lo nuestro".....Pero bueno, que se habrán creido, que no sé todas estas cosas?????.
Puedo entender que mi problema no es el "number one", que a cada uno el suyo le parece más importante, más difícil. Pero a mi no se me ocurre cuando alguien tiene una dificultad decirle que la vida es así de dura, que se aguante, y que si yo le cuento mi vida es posible que termine llorando.... Esto es como los hijos. Tu puedes decir "que feo es mi hijo", pero no te gusta que alguien te diga "oye, que feo es tu hijo".
Entendéis ahora por qué pongo aquí esas definiciones ?, para que tengamos todos cuidado con lo que decimos. Para que pensemos que si no tenemos nada bueno que decir, mejor nos callemos. Las palabras dicen que se las lleva el viento, pero antes han podido dejar huella.
Termino la entrada, con la misma rabia que la he empezado, así que no la voy a leer porque es posible que me arrepintiera de publicarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario