sábado, 31 de julio de 2010

QUÉ SE LEE EN LAS PELUQUERÍAS

No soy asidua a las revistas del corazón, ni a las femeninas. Nunca se me ocurre comprarlas. Sencillamente no me interesa la vida de los demás, sobre todo si no los conozco.
Para las " típicas situaciones de espera", salas de espera de médicos, peluquería.....me suelo llevar mi libro. Pero hoy, me ha dado un punto, de esos que a veces tenemos las mujeres, y me he metido en la peluquería sin llevarlo programado. Así que a falta de libro he cogido un par de revistas.
Empiezo por una del corazón. Me he puesto al día en bañadores de famosas, lugares de veraneo de los personajes públicos y demás tonterías varias.
Después he pasado a una femenina. De esas que te dan consejos de belleza, te dicen lo que está de moda y por tanto lo que hay que usar y, además, ponen algún articulito por si te da por leer no más de cinco minutos seguidos.
No voy a decir el nombre de la revista. Da igual. He cogido esta pero podía haber sido otra cualquiera.
El caso, es que este número íba especialmente dedicado a la joyería. Debe ser que en época de crisis está bien visto eso de poner los dientes largos.
Empiezo a pasar páginas y lo primero que me sorprende es que para hacer unas fotos de joyas, la modelo tenga que posar desnuda y con unas fotos en compañía de un caballero un tanto subidas de tono. Pienso: "Bueno, será que me estoy haciendo mayor y por tanto cada día estoy más intransigente, o quizá sea que soy demasiado tradicional". Esto puede ser, no digo que no.
Pero cuando paso unas cuantas páginas, llego al articulito este que digo que escriben estos periodistas, que no da para mucho. Deben pensar que el público al se dirigen no debe asimilar más de dos páginas seguidas sin aturullarse. Y cual no es mi sorpresa que el título del artículo es algo así (mi memoria no es muy buena, así que no es transcripción literal, lo que sí me ha quedado clarísimo es la idea): UNA MUJER ES FELIZ CON UNOS DIAMANTES, AUNQUE TAMBIÉN LO ES CON EL ABRAZO DE SU HIJO
No me digáis que no es indignante. Pero, ¿cómo ha podido escribir un periodista algo semejante?
Soy mujer, creo que algo presumida aunque no en exceso, me gusta la moda, me gustan las joyas......pero no puedo poner en el mismo nivel llevar unos diamantes por muchos kilates que tengan con el abrazo de un hijo. Creo de verdad que es como dice ese dicho "comparar el tocino con la velocidad".
No puedo imaginar ninguna mujer, por frívola que sea, por materialista que sea, que pueda decir que ambas cosas sean lo mismo.
Una joya puede ser muy cara, carísima, la más cara del mundo, pero no deja de ser un objeto. Y un objeto inútil.
Un hijo es otra cosa. ES UN HIJO y no hay palabras que lo definan.
Ay !!!!, qué pena me da leer estas cosas !!!! porque supongo que cuando lo escriben es porque están convencidos que a sus lectoras les va a gustar, o por lo menos que le va a hacer gracia....pues a mí no me hace ninguna.
Creo que a partir de ahora, como mi bolso es tipo maleta, llevaré siempre el libro para posibles imprevistos como el de hoy.

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