domingo, 30 de noviembre de 2008

UNA PROPOSICION MUY DECENTE


Cuando yo era pequeña, no existían los calendarios de adviento. O al menos, en mi casa no los tuvimos.

La primera vez que lo compré fue para mi hijo Carlos, cuando tenía uno o dos años, no lo recuerdo bien. Si me acuerdo que se comió todas las chocolatinas en los primeros días. Desde entonces, los he comprado todos los años.

Pero este año, los peques de la familia tienen un calendario de adviento especial. Lo he comprado en el mercadillo navideño del colegio de mi hija.

Es un calendario de adviento de buenas intenciones. Cada día, tiene un papelito que ella tendrá que leer y cumplir. También voy a comprar el de las chocolatinas, pero solo se la comerá si ha cumplido la intención.

Lo vamos a colgar en el salón de casa, y no va a ser solo para ella. Toda la familia lo vamos a hacer.

Os invito a todos a que hagáis algo parecido. Tengáis o no niños en casa.

Es una forma de vivir el Adviento de una forma diferente al que quizá estamos acostumbrados. Se trata de vivirlo, no solo pensando cada día en los regalos que tenemos que comprar, o en qué vamos a poner de cena el día 24. Se trata de pensar cada día, que nos acercamos a la Navidad, y que el protagonista no es el plato de comida más caro y elaborado que esté en nuestra mesa. El protagonista es el Niño que nace. Y que para Él está de más el jamón de jabugo y las nécoras. Que lo que quiere encontrar en nuestra casa. son corazones buenos, que contagien la alegría del cristiano. No es mucho por tanto, ofrecerle cada día una obra buena, un pequeño sacrificio.

Pongo una foto de nuestro calendario por si os animáis a hacerlo. También os listo las intenciones que trae para la primera semana. Podéis copiarlas, o adaptarlas a vosotros. Es solo para dar ideas.



Día 1: Obedeceré en todo, siempre y con alegría

Día 2: Rezaré a la Virgen el Bendita sea tu pureza

Día 3: No comeré chucherías

Día 4: No veré la televisión

Día 5: Procuraré tener un Niño Jesús en mi habitación para rezarle diariamente

Día 6: Propondré en casa rezar un misterio del Rosario

Día 7: Estaré muy atenta en Misa
Ya me contaréis.
Aprovecho para recordaros que podéis dejar comentarios en el blog. Sois muchos los que me hacéis comentarios por email, pero si los dejáis aquí, los podemos compartir todos.

viernes, 28 de noviembre de 2008

LAS ROSAS

Bendito seas Señor
por tu infinita bondad
porque pones con amor
sobre espinas de dolor
rosas de conformidad
.
En los veinte años que llevamos juntos Carlos y yo, me ha regalado muchas, muchas veces flores. Saben que me gustan mucho. Que no soy una enamorada de las plantas, pero si de las flores. Y muchas veces, en la tarjeta ha puesto este poema.
Siempre he pensado que era de Santa Teresa, pero hoy navegando me lo he encontrado. Resulta que es de Pemán (tendré que estudiar un poquito literatura), y que además tiene una segunda parte.

No quiero que en mi cantar
mi pena se transparente
quiero sufrir y callar;
no quiero dar a la gente
migajas de mi pesar
"
No siempre he entendido por qué me ponía esa dedicatoria. Quizá era porque le gustaba especialmente ese poema...... ´
Hoy al leerlo completo (porque, por cierto, hace ya un tiempecito que no me regala flores), he entendido como nuestra vida se puede resumir en este poema de apenas diez líneas.
En nuestra vida hay dolor, pero un dolor mitigado por muchas rosas. Rosas en forma de vivencias, de experiencias, de consejos, de compañías, de momentos especiales, de fé, de oraciones, de familia, de amigos...... Rosas en todas sus variedades que han llegado en el momento oportuno, y traidas por los mensajeros más insospechados.
Intentamos que este sea nuestro modelo de vida. Otra cosa es que lo consigamos. No queremos inspirar pena, queremos dejar a la gente que participe en nuestro dolor, pero sin provocar amargura. Que sea un dolor callado. Un dolor sonriente.
No es un dolor bienvenido, pero si aceptado. Aceptado con serenidad, y sobre todo desde la fé.
Quizá este poema se tenía que quedar grabado en nuestra mente y entenderlo y aplicarlo en el momento apropiado. De ahí que nos haya rondado durante veinte años.
¿otra vez la casualidad? no, otra vez la providencia.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

CONFIANZA

"Lo que Dios quiera...

Como Dios quiera...

Cuando Dios quiera..."


Hoy me han dado una estampa con la oración de la Madre Maravillas (esa Santa que tanta polémica ha creado estos últimos días en el Congreso de los Diputados). En la estampa viene esta frase.
Me viene fenomenal poderla leer en un día como el de hoy. Uno de esos días que mejor pasen a un rincon de la memoria.
Nunca nos acostumbraremos a que da igual que nos agobiemos, que nos disgustemos, que nos preocupemos. No podremos cambiar el rumbo de los acontecimientos. No podemos nadar contra corriente. La dirección de la corriente la marca Dios, y solo tenemos que dejarnos arrastrar por Él. Solo Él sabrá por qué es esa, y no otra la dirección adecuada.
Confianza, esa es la clave.
No creo que nos tome en cuenta si le preguntamos muchas veces que por qué no cambia el sentido, o que se aplaquen un poco las aguas para que no nos empujen tan rápido. Solo nos dirá que tengamos confianza.

martes, 25 de noviembre de 2008

LA FAMILIA, Y ALGUNO MAS......2ª PARTE




En la entrada del jueves, os decía que os pondría una de nuestras fotos de grupo. Aquí está. Los queremos un montón a todos, y nunca tendremos palabras de gratitud suficientes para ellos. Hubo risas, llanto, regalos, pero sobre todo mucho mucho cariño. Y además comimos muy bien ¿qué más se puede pedir?

domingo, 23 de noviembre de 2008

SALMO 6

Estoy descubriendo los Salmos. Nunca los había utilizado para rezar. Son una preciosidad, y hay uno para cada momento, para cada estado de ánimo, para cada necesidad.

El Salmo 6, es una petición individual. Se puede rezar cuando se está en una situación difícil. Le pedimos a Dios que no nos trate con tanta dureza, sino con miseriocordia, que nos cure (el cuerpo o el alma). Como no podía ser de otra forma, Dios lo escucha.

"¡Señor, no me reprendas con tu ira,
no me corrijas con tu cólera!

Misericordia, Señor, que desfallezco.
Cúrame, Señor, que se dislocan mis huesos.
Todo mi ser se estremece...
Y tú, Señor, ¿hasta cuándo?
¡Vuélvete, Señor, libérame!
¡Sálvame, por tu misericordia!
Pues en la muerte nadie se acuerda de ti;
¿Quién te va a alabar en el abismo?
Estoy agotado de tanto gemir,
de noche lloro sobre el lecho,
riego mi cama con lágrimas.
Mis ojos se consumen de dolor,
envejecen por tantas contradicciones.

¡Apartaos de mí todos los malhechores,
porque el Señor ha escuchado mis sollozos!
El Señor ha escuchado mi súplica.
El Señor ha aceptado mi oración.
¡Que se avergüencen todos mis enemigos,
que huyan al instante llenos de vergüenza!"

jueves, 20 de noviembre de 2008

LA FAMILIA, Y ALGUNO MAS......

El próximo domingo, si Dios quiere, volveremos a tener una celebración en nuestra casa. Esta vez tenemos excusa. Celebramos varios cumpleaños juntos. Pero da igual. Si no hubiera nada que celebrar lo inventaríamos. Se trata de estar juntos.

Os voy a contar en qué consisten nuestras celebraciones.

Somos un montón. De 25 a 35 personas, en función de lo que los deberes profesionales y estudiantiles permitan. De todas las edades, desde los seis años hasta los ochenta y ocho. Somos la familia, y alguno más....... Además, siempre es bienvenido quien se quiera incorporar. Es cuestión de poner un tablero más.

A cualquiera le asustaría preparar aperitivos, comida, merienda y a veces cena para tanta gente. Nosotros ya lo tenemos "chupado". Es un trabajo en equipo. Montamos tableros, sacamos sillas, extendemos manteles, ponemos platos y en un pis-pas está todo organizado. La comida también se reparte. Cada uno aporta su especialidad, se empieza a sacar la comida de las bolsas, y de repente están las mesas hasta arriba de platos buenísimos y preciosos.

Después de la comida, hay diversidad de actividades. Hay quien duerme siesta (aun rodeado del ruido que hacen los 29 restantes), hay quien juega a las cartas, al balón, y los hay que solo disfrutan de un rato (o ratazo) de sobremesa.

A la hora de recoger, el equipo se pone de nuevo en marcha, y cuando el último se va, la casa queda como si ahí no hubiera pasado nada.

Pero lo mejor de todo no es lo bonita que nos queda la mesa, ni si la comida estaba salada, o la fideuá se pasó un poco (que nunca pasa por cierto). Lo mejor de todo somos los que nos sentamos a su alrededor. Somos la familia, y alguno más.....

Por supuesto, cada uno de nosotros tiene sus días mejores y peores. Sus bajones. Sus problemas. Pero ahí está el resto para compensar con su alegría, con su saber estar, con su respeto a las lágrimas y a la risa, y con sus oidos atentos a lo que quieran decir los demás. ¿estamos pasando por un bache? Pues alguien saca la guitarra, y nos cantamos un "¡viva la gente!", y al menos durante ese rato, habremos olvidado la causa de nuestra pena. ¿nos nos apetece el cántico? pues nada, a contar nuestras penas, y a llorar juntos. Para eso somos la familia, y alguno más.....

Estamos aleccionando a nuestros hijos. Les estamos haciendo ver que de nada sirve tener una casa grande si no tienes con quien disfrutarla. ¿para qué quieres tantos metros de soledad? Les queremos hacer ver, que nuestra casa es la casa de todos los que queremos y de los que nos quieren. Nuestra casa puede ser como la casa Betania. Y lo están aprendiendo. Ya los hay de los de la siguiente generación, los que ahora están en los veinte y tantos años, que acaban de estrenar casa, y que ya nos han llevado a ella, sin importarles si los niños le manchaban la alfombra recién comprada. Están aprendiendo que lo importante no es tener una casa, sino tener un hogar. También están aprendiendo que el cariño incondicional de la familia y de los amigos es lo más valioso. Y que hay que cuidarlo. Se trata de la familia, y alguno mas.......

Nuestra familia y alguno mas..... es así. Nos queremos, y estamos juntos en lo bueno y en lo malo.

Casi siempre nos hacemos una foto de grupo. Prometo poner una en el blog para que nos conozcáis.

martes, 18 de noviembre de 2008

BENEDICENCIA .....benedi qué?

¿Conocíais que existe una virtud que se llama benedicencia?. Yo no. Ni siquiera conocía que existiera la palabra. Vuelvo a calificarme de ignorante.

Me ha parecido precioso que exista una palabra que defina el hablar bien de los demás, y al mismo tiempo, me da pena que sea tan desconocida. He hecho la prueba en el diccionario de la Real Academia, y efectivamente dice que esa palabra no existe.

Es una virtud que ya que la conocemos deberíamos practicar cada vez más y más.

Lo normal es que hablemos mal de los demás, que nos cebemos en sus defectos. San José Mª dijo algo así como " de quien no puedas alabar es mejor callar".


"Benedicencia, la virtud ausente del diccionario

Fuente: Virtudes y Valores .

La palabra benedicencia es la gran ausente del diccionario. Si intentas escribirla en tu ordenador en un documento de texto, inmediatamente te la corregirá cambiándola por beneficencia. Si insistes, te la subrayará en rojo como un error. Pero el verdadero error consiste en que existiendo el término que indica el vicio, maledicencia, no aparezca el vocablo que indica la virtud.

La benedicencia radica fundamentalmente en hablar bien de los demás. Sin embargo, no se limita sólo a eso. Por un lado, esta virtud nos invita a silenciar los errores y defectos del prójimo, por otra parte, nos estimula a ponderar sus cualidades y virtudes. Jesucristo nos exhortó a la vivencia de esta virtud cuando dijo a sus discípulos: “amad a vuestros enemigos, haced el bien a quienes os odian, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen” (Lc 6,27-28).

La enseñanza del cristianismo no consiste en no odiar, no maldecir, no dañar. Por el contrario, el Maestro nos invita a trabajar en positivo: Amad, bendecid, rogad.

Para vivir la benedicencia es necesario promover los comentarios positivos dentro de la familia. La influencia que recibimos de algunos medios de comunicación nos puede inducir a comportarnos de esta manera. Basta encender la televisión para ver cómo se insultan los miembros de distintos partidos políticos, cómo se exageran los errores y defectos de los demás. El 90% de las telenovelas nos muestran cómo surgen las intrigas familiares, en muchos casos debidas a la mentira, a la calumnia y a la difamación.

Hablar bien no significa mentir, no significa adular, comporta más bien reconocer las cualidades y virtudes de los demás. Es importante silenciar los defectos de los demás. En algunos ambientes el chismorreo es la comidilla de todos los días. Esta es la influencia que recibimos diariamente gracias a las “revistas del corazón” y a ciertos programas televisivos que únicamente buscan ventilar las intimidades de los otros.

El hombre que domina su lengua es un hombre perfecto, nos dice el apóstol Santiago. Al mismo tiempo, nos advierte que la lengua, aun siendo un miembro muy pequeño, puede ser fuego que incendie el ambiente o un veneno mortífero. Y termina diciendo que no podemos con la misma boca bendecir a Dios y maldecir a los hombres. (cf. St 3,1-12).

Silenciar los errores no significa hacerse de la “vista gorda”, más bien estipula que se comente algo sólo con quien puede poner solución al problema. No significa aprobar los errores y defectos: se busca más bien combatir el error, pero al mismo tiempo conservar la buena fama de quien lo comete.

En una ocasión un penitente se acusó de haber difamado a una persona. El sacerdote le pidió que antes de darle la absolución fuera al día siguiente con una almohada de plumas a la iglesia. Ese día subieron los dos al campanario y el sacerdote le pidió que destruyera la almohada. Al momento las plumas se esparcieron por toda la ciudad. El sacerdote le hizo ver que eso mismo sucedía con la maledicencia y la difamación, no se sabía hasta dónde podían llegar y no había manera de detenerlas o de resarcirlas. A partir de ese momento, después de la absolución, se comprometió a tratar de vivir todos los días la virtud de la benedicencia."
Animaos, vamos a ponerlo en práctica! Todos nos sentiremos mucho mejor.

lunes, 17 de noviembre de 2008

LOS AMIGOS

Preciosa reflexión de Borges. Me la ha enviado uno de vosotros, de mis incondicionales, y la quiero compartir con los demás. Esto es lo que continuamente en vuestras llamadas, sms, emails, porque cada uno utilizáis un canal diferente, siento que me decís. Y yo os digo otra vez, y no me cansaré de repetirlo, MUCHAS GRACIAS.
"No puedo darte soluciones para todos tus problemas en la vida,
no tengo respuesta para tus dudas o temores.
Pero puedo escucharte y compartirlos contigo.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomas en la vida.
Me limito apoyarte, estimularte y ayudarte si me lo pides.
No puedo trazarte limites dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer.
No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parte el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.
No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser.
Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.
En estos días pensé en mis amigos y amigas,
y entre ellos apareciste tú.
No estabas arriba ni abajo ni en medio.
No encabezabas ni concluías la lista.
No eras el numero uno ni el numero final.
Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero,
el segundo o el tercero de tu lista.
Basta que me quieras como amigo"

VICTOR FRANKL

Un libro precioso que os recomiendo a los que no lo hayáis leido es "El hombre en busca de sentido" de Victor Frankl.

El autor, un psicóanalista austriaco, fue profesor de neurología y de psiquiatría. Encarcelado durante la II Guerra Mundial en los campos de concentración nazis. Frankl fue un superviviente de cuatro campos de concentración nazis, entre ellos el más infame, Auschwitz. Su esposa, padre, madre, y hermano murieron en los campos de concentración.

En este libro, el autor intenta descifrar por qué y cómo pudieron sobrevivir a tanto horror y a tanto dolor. No es un libro más sobre el exterminio nazi. El no dejó de ser psiquiatra en el campo de concentración, y nos cuenta qué pasó allí desde un punto de vista diferente al que estamos acostumbrados.
Un pensamiento que aparece en el libro es que "El hombre que no ha pasado por circunstancias adversas, realmente no se conoce bien"
Las reacciones ante las buenas noticias son muy similares. Hay momentos de alegría muy comunes en los que más o menos todos reaccionamos igual. Pensar por ejemplo en el nacimiento de un hijo, el día que encuentras tu primer trabajo, el día de la boda.......Ese día estamos todos en la foto tenemos una sonrisa de felicidad.
En los momentos duros sin embargo no reaccionamos de la misma forma. Ni de la misma forma que el vecino de al lado, ni siquiera nosotros mismos reaccionamos hoy como lo pudimos hacer ayer. Y ni siquiera podemos saber cómo vamos a hacerlo. Podemos imaginarlo, pero cuando se produce el hecho, lo hace en un momento determinado, con unas circunstancias determinadas que nos hacen reaccionar de una forma u otra.
A veces ni siquiera sabemos por qué lo hacemos de esta forma. Por qué reimos cuando deberíamos llorar? Por qué conservamos la calma en mitad de la tormenta? Por qué nos venimos abajo en el momento menos oportuno? Por qué la lágrima que no salió ayer, sale hoy solamente por escuchar una canción un poco más romanticona de lo normal? Por qué aquél lo lleva mejor que yo?
El ser humano tiene mucha fuerza. Más de la que pensamos. Más de la que podemos imaginar. Sale por todos los poros de nuestro cuerpo cuando es necesaria. Y la tenemos todos. Tu y yo.
Creo que fue S.Pablo el que dijo que Dios no nos mandaría nada que no fuéramos capaces de soportar. El conoce la fuerza que tenemos cada uno porque nos la ha dado. Cuando creemos que se nos está acabando es como si nos la rellenara. Nos manda kilos de fuerza a través de una persona que casualmente te has encontrado, o de una oración que has escuchado, o de un libro que ha caido en tus manos. De muchas formas. Y nos permite seguir adelante.
No creo que haya personas más heróicas que otras. Que lleven las cosas mejor que otras. El sufrimiento es sufrimiento para todos. Únicamente tenemos que estar atentos y saber buscar dónde ha puesto Dios ese kilo de fuerza que hoy necesitamos. Creo que la única diferencia es que hay personas que pasan por delante de ese kilo de fuerza y no lo recogen. Que están tan cegadas en su dolor y su sufrimiento que no saben encontrar el consuelo. Ese consuelo no es siempre el fin del motivo que causa el dolor. Puede tener otras muchas caras.
Victor Frankl lo explica mucho mejor que yo en ese mismo libro: " No conviene olvidar la cantidad de creatividad, de amor, de riqueza que representa la vida que termina. Si en la vida se da una ecuación entré éxito, dinero, acierto, en el mundo del dolor no se trata ya de éxitos frente a fracasos. El orden de los valores ha cambiado y es preciso entonces dar con el sentido existencial de la vida humana. Esto nos hace capaces de encararnos con los sufrimientos y la muerte"

sábado, 15 de noviembre de 2008

LAGRIMAS

El silencio es bueno, es un don. Pero, si el dolor es profundo hay que dejar hablar al corazón, hay que dejarle llorar, hay que dejarle gritar incluso
Preciosa frase del libro El sendero de las lágrimas de Grian.
El protagonista de este libro es un niño de una tribu india que en la colonización pierde a su familia. El niño muchas veces siente ganas de llorar, pero se dice "si quieres llegar a ser un buen guerrero no puedes llorar". Y se traga las lágrimas.

Las lágrimas. Qué mal recibidas son. Quizá porque no son gratuitas. Y como todo lo que cuesta, no nos gusta. El precio de las lágrimas es el dolor. Si te las quedas, el dolor aumenta y como le dice el jefe de la tribu a nuestro protagonista:“No es bueno guardar tanto dolor en el corazón, porque puede hacerlo resentido y rencoroso, y puede hacerle perder su ternura y su nobleza”.
No hay parte de nuestro cuerpo que no cumpla una función. ¿ por qué entonces nos empeñamos en que las lágrimas no cumplan la suya?. ¿Porqué con ello hacemos visible nuestro dolor? y eso que importa.
Si reimos cuando estamos felices, ¿por qué no llorar cuando estamos tristes?.
Si disfrutamos contagiando nuestra risa a los demás ¿por qué no agradecer que puedan llorar con nosotros?

Llorar no es señal de debilidad. Lloras porque algo te duele. En el cuerpo o en el alma.

Y los que están a tu alrededor no deberían tomarse a mal esas lágrimas. Ni por ello deberías inspirar pena. Simplemente deberían dejarte llorar, y prestarte su hombro para que lo hagas.



viernes, 14 de noviembre de 2008

miércoles, 12 de noviembre de 2008

LAS CADENAS

Todos los días recibimos emails con preciosas presentaciones powerpoint, que se estropean cuando llegan a la última página de la presentación y dicen, "envía esto a no sé cuantas personas en la siguiente hora porque sino algo horrible te pasará ". Y vemos como el que nos envió el email ha desenterrado del baul de los recuerdos direcciones de emails de conocidos hasta que ha completado los quince o veinte a los que tenía que reenviar.
Yo no creo en estas cadenas, y las rompo casi todas. Solamente reenvío aquellos que de verdad me gustan, que me apetece enviar a alguien en particular. Y cuando se me rompe el coche, me sale mal algo en el trabajo, o en casa, de verdad que no pienso en que alguien me ha enviado una maldición por no seguir una cadena que llevaba dos o tres vueltas al mundo.
Yo únicamente creo en una cadena, y es la cadena de la oración. Esas cadenas, unas veces las he iniciado, y otras las he seguido.
La oración individual es importante, como no. Esos ratos de oración en una Exposición del Santísimo no tienen precio. Hay días que sientes que de verdad estás rezando, con el alma y el corazón. Pero hay otros días que ¡ madre mía! piensas que mejor que Dios no te lo tenga en cuenta. Unas veces porque nos da pereza. Otras veces, estamos tan ocupados y con tantas preocupaciones que nos ponemos a rezar el Rosario, y al mismo tiempo estamos pensando en qué vamos a poner de cenar. Otros días, simplemente no podemos rezar.
Para esos días necesitamos apoyo. Cuando nosotros no podemos, sabemos que hay gente que lo hace por nosotros, pensando en nosotros. Con la oración comunitaria, las voces se unen, y llega más lejos. Las personas por las que rezas reciben la fuerza individual de cada uno. Y a veces la petición no resulta, Dios sabrá por qué, pero la satisfacción y el consuelo que experimenta la persona por la que rezas, vale más que cualquier otra cosa que puedas ofrecer.
Este verano estuve en Lourdes, y una de las cosas que más me impresionó fue el Rosario que se reza en la explanada. No por las antorchas, que son bonitas. Ni por los cantos, que también lo son. Me impresionaba ver que allí estábamos miles de personas, y que rezábamos la misma oración en siete u ocho idiomas diferentes. Me impresionaba pensar que la unión que no consigue nada, ni siquiera el futbol, lo consigue la oración. Todos sabíamos seguir lo que allí se decía aunque en ese momento lo estuvieran recitando en alemán, e incluso en algún dialecto africano.

martes, 11 de noviembre de 2008

HORRIBLE SENTENCIA

En un periódico digital acabo de leer una noticia que me deja petrificada. Este es el titular:
La niña tiene 13 años, y se rinde, no quiere seguir luchando por vivir.
En primer lugar, me sorprende la actitud de los padres, que si leéis la noticia completa, han dejado decidir a una adolescente, diciendo que la apoyarán en lo que ella decida. Creo que hemos perdido el rumbo como padres. Lo siento mucho, pero no puedo compartir lo que van a hacer.
Estoy en contra de cualquier forma de eutanasia, pero mucho más contra la que decide una niña de 13 años con el consentimiento de sus padres. ¿es suficientemente madura para tomar esta decisión?. ¿podrán vivir felices sus padres el resto de su vida sabiendo que no hicieron nada para que cambiara de idea? ¿no han sabido inculcar en su hija, aun a pesar de la enfermedad, la alegría de vivir, de tener una familia, de estar en este mundo rodeada de personas que la quieren?.
¿Quiere esto decir que le tenemos que apoyar a nuestros hijos si deciden que tomar drogas, porque así son más felices? ¿o dejar que se emborrachen cada fin de semana porque así se lo pasan mejor? ¿o tenemos que dejarles decidir con 13 años si quieren estudiar o a trabajar para no traumatizarlos?. Este tipo de decisiones son iguales de terroríficas para su vida, y creo que a ningún padre medianamente responsable, se le ocurriría dejar estos temas a su libre elección.
Si la ley establece la mayoría de edad en 18 años, supongo que detrás de esta cifra existirá, algún estudio psicológico o sociológico que confirme que a esta edad es cuando se comienza a tener algo de madurez mental. Y aun cuando, legalmente se establezca esa edad, creo que a nadie se nos escapa que los jóvenes de ahora, con 18 años no son demasiado responsables, cuanto menos una pobre niña de 13 años.
Me parece espantoso que la justicia apoye casos como este. Mi última pregunta va para el juez que lo haya decidido ¿qué hubiera hecho si esa niña hubiera sido su hija?

lunes, 10 de noviembre de 2008

UNA PERSONA ESPECIAL

Esta noche he hablado por teléfono con una persona muy especial para nosotros. Bueno, no es ninguna novedad la llamada, porque hablamos muy a menudo. Pero cuando he colgado, he pensado que igual que tiene un lugar privilegiado en nuestro corazón, también se merece una entrada en mi blog, para que todos podáis conocer a esta gran persona. Quizá no le guste que hable de él, porque es una persona muy humilde, ¿me perdonarás este pecadillo?
Es un sacerdote, amigo de Carlos desde que tenía ¿13 años? ¿14 años?. Se conocieron en el instituto. El era profesor, y Carlos alumno.
De esa época, ambos me han contado cantidad de anécdotas. Como les dejaba conducir su coche sin tener carnet, los paseos en autobús sin pagar el billete, las chuletas que quedaban dentro de los exámenes, las visitas a su amigo Martín Vigil (incluso aparece en un libro de este autor)......En esos años, se unieron con unos lazos de amistad y cariño que el tiempo ha ido reforzando.
Ha estado siempre presente en todos los momentos más importantes de nuestra vida. Viene con nosotros dónde lo necesitemos, aunque para ello se tenga que desplazar hasta 400 kms. Ofreció una Misa "corpore in sepulto" por el padre de Carlos. Nos casó, bendijo nuestra familia en el inicio, y desde entonces, no nos ha abandonado. Ha bautizado a nuestros tres hijos, ha dado la Primera Comunión a los dos mayores, ha concelebrado en las confirmaciones. No podemos imaginar una ceremonia religiosa en nuestra familia, sin su presencia.
Es una Persona y un Sacerdote con mayúsculas, con una vida totalmente entregada al sacerdocio y a los demás. Especializado en la delincuencia juvenil, actividad que le ha dado más de un disgusto, y que más de una vez lo ha dejado con la cartera vacía. Gran ejercitante de las obras de misericordia, dar de comer al hambriento (y no es fácil alimentar tanta boca joven), visitar al preso, hospedar al que no tiene cobijo. De estas somos testigos directos, pero seguro que en su corazón él guarda muchas más.
Nosotros sabemos que también estamos en un lugar preferente en su corazón, y en sus oraciones. Sabemos que sufre mucho cuando llama y le damos malas noticias. Sabemos que a pesar de que por su puesto actual (capellán de un hospital infantil), convive con la enfermedad, el dolor y la muerte a diario, pero no por eso ha llegado a acostumbrarse. Y se le nota en la voz, cuando me dice "tranquila, tranquila, que entre todos lo conseguiremos". Me consuela, como tiene que consolar a tantas madres a diario.
Para terminar, y aunque la entrada de hoy quede un poco larga (el protagonista lo merece), incluyo un fragmento de una "carta de un laico para sus amigos sacerdotes y seminaristas" que me encontré en un blog, y en la que me ratifico:
"¿No debería el sacerdote, al igual que cualquier amigo, ser primero amigo y luego sacerdote? Pienso que no, dada su sagrada vocación de pastor y guía. Este, debe ser una luz especial que nos sirve para crecer no sólo como seres humanos, sino muy especialmente como hijos de Dios.
Hay amigos que nos ayudan a vivir mejor, otros, más valiosos aún, no sólo colaboran a que seamos mejores personas, sino que nos acercan a Dios, pero hay otro grupo que, por mandato y vocación divina, además de todo lo anterior, tienen el especial encargo de llevarnos al cielo, de perdonar nuestros pecados y de darnos esa dirección espiritual que sólo un buen confesor puede proporcionar.
Nadie en esta tierra puede brindarnos mayor amistad que uno de ustedes que, como amoroso pastor, nos conduce a la amistad suprema, la de Cristo. Por eso el sacerdote es nuestro mejor amigo".
Te queremos

¿POR QUÉ NO EMPEZAR LA SEMANA CON ALGO DE HUMOR?

sábado, 8 de noviembre de 2008

LA VIRGEN DE LA ALMUDENA

Mañana es el día de la Patrona de Madrid, la Virgen de la Almudena.
La primera vez que escuché el himno dedicado a esta advocación de la Virgen fue en una Misa que celebraba el Cardenal Rouco Varela. El es un gran devoto de la Almudena, y siempre termina las celebraciones de sus Misas cantándolo.
Me parece una idea buenísima, porque al comentarlo con muchos madrileños, me he dado cuenta que es un himno muy desconocido. Me ha sorprendido además que no ha sido fácil encontrarlo en youtube.


También os dejo un enlace para que leáis la historia de la imagen. Yo he decir que la he escuchado hoy por primera vez.
http://www.archimadrid.es/alfayome/menu/pasados/revistas/99/nov99/num185/desdlafe/deslafe1b.htm



Deberíamos de tener más devoción a nuestra patrona (yo tiro la primera piedra). Es la protectora de Madrid, esta ciudad que tiene tantas cosas buenas, de ahí el refrán "de Madrid al cielo", pero que también tiene tantas cosas no tan buenas.
¡ Pobre Virgen de la Almudena, cuanto trabajo tiene!

viernes, 7 de noviembre de 2008

¿OS ANIMÁIS?

¿Por qué no vamos haciendo nuestras propias leyes de Murphy? Aquí os dejo algunas:


Da igual por donde abras la caja de un medicamento. Siempre la abres por donde está el prospecto.

Cuando despues de años de haber guardado una cosa sin usarla, decides tirarla, no pasará más de una semana para que la necesites .

La bolsa que se te caerá cuando descargas la compra del coche, es la que lleva los huevos.

La ayuda de Windows nunca te ayudará.

La linterna del cajón, estará sin pilas el día que se va la luz.

Cuando encuentras el móvil en el bolso, ya han colgado.

El que ronca es el que se duerme primero.

Si tienes bolígrafo, no tienes papel. Si tienes papel, no tienes bolígrafo. Cuando tienes las dos cosas, no tienes nada que escribir.

Siempre habrá alguien presente cuando cometas un error.

El día que realmente es necesario el móvil, te quedas sin batería.

Nunca comunica o está fuera de cobertura un número equivocado

Da igual lo terrible o rara que haya sido tu enfermedad, siempre habrá alguien que haya sufrido una peor y más rara .

No importa lo que salga mal, siempre encontrarás alguien que te diga que sabía como evitarlo.

Las plantas más feas sobreviven al resto.

Todo el mundo opina de medicina y economía. ¿será que son dos carreras que no es necesario estudiar?

Si llevas diez minutos esperando un taxi, aparece en el momento que enciendes un cigarro.

Si lavas el coche , lloverá.

Cuando necesitas el manual de un aparato, nunca sabes dónde está.

jueves, 6 de noviembre de 2008

LA RECONCILIACION

De todos los Sacramentos, el que más nos cuesta es el de la Penitencia. Es un esfuerzo que se va incrementando con la edad, como la vista cansada. A medida que vamos creciendo, y nuestro sentido de la vergüenza se agudiza, es tremendo pensar en acercarnos al confesionario. Supongo que nos imaginamos al sacerdote sudando horrorizado de lo que le hemos contado, echándonos una bronca tremenda por lo que acaba de escuchar, o que luego nos lo vamos a cruzar por la calle, y va a pensar, "mira esta, menudo pecado me contó el otro día".
Este Sacramento crea adicción, como la droga. Si lo pruebas, engancha. Cuesta el primer día, y tal vez el segundo. Pero es tal la paz que reporta, que llega un momento que no puedes pasar sin él, y que lo vas necesitando con más frecuencia.
Os dejo una reflexión de Monseñor Munilla, obispo de Palencia, sobre la penitencia, que espero que anime a quien todavía no está enganchado a probarlo.
"1º.- De la pereza a las dudas: Una buena parte de los fieles que se han alejado de este sacramento, no lo han hecho por un rechazo a la fe católica, sino simplemente arrastrados por el mal de la pereza y por la ley del mínimo esfuerzo. Es indudable que el sacramento de la Penitencia requiere un esfuerzo notable, y que a algunas personas les puede exigir altas dosis de vencimiento propio.
Pero claro, quien cede a la pereza, tarde o temprano, se hace vulnerable a las dudas de fe: se empieza por entonar el célebre “yo me confieso con Dios”, dejando en el olvido la afirmación bíblica de que «Dios confió a los apóstoles el ministerio de la reconciliación» (2 Cor 5,18), para terminar por decir aquello de “yo no hago mal a nadie… no tengo pecados”, contradiciendo las palabras de Cristo: «El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra» (Jn 8,7).
2º.- Sensibilidad moderna: Más allá de la pereza, algunos piensan que la sensibilidad moderna chirría ante la confesión de los pecados a un ministro mediador. Sin embargo, deberíamos atrevernos a cuestionar el presupuesto de partida: ¿es cierto que la sensibilidad moderna es reacia a la confesión particular de los pecados? Hay a nuestro alrededor muchos síntomas que invitan a cuestionarlo. No me refiero únicamente al aumento de pacientes en las consultas de los psicólogos, inversamente proporcional al descenso de la confesión. Ahí tenemos también la proliferación de los “reality shows” radiofónicos y televisivos, en los que los “penitentes” reconocen ante millones de espectadores sus “pecados” con sus rostros distorsionados por el zoom televisivo, como si de una discreta rejilla de confesionario se tratase.
3º.- Abusos en las celebraciones comunitarias: Por los motivos aducidos, tanto los fieles como los sacerdotes, podemos tener la tentación de cometer o de permitir determinadas infidelidades en la disciplina de este sacramento. Por ejemplo, ¿qué sentido tiene una celebración comunitaria de la Penitencia, en la que los fieles se limitan a confesar de forma genérica “soy pecador”, o “perdón, Señor”, sin necesidad de concretar sus propios pecados?
La declaración de los pecados personales ante el sacerdote, es una parte esencial del sacramento de la Reconciliación. Baste entender las siguientes palabras del Evangelio de San Juan: «A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn 20, 23). Es decir, el sacerdote que administra este sacramento, no puede ni debe hacerlo de una forma automática, ya que su tarea consiste en discernir si existe el debido arrepentimiento en el penitente, intentando suscitar en él una verdadera contrición, de forma que así puedan darse las condiciones para “perdonar” los pecados en nombre de Cristo, o “retenerlos”, en su caso. Lógicamente, para poder realizar ese discernimiento, es necesaria la manifestación de las faltas al confesor.
4º.- Confesiones rutinarias y desesperanza: Una celebración correcta del sacramento de la Penitencia no depende exclusivamente de la manifestación íntegra de nuestros pecados. Quienes nos confesamos con frecuencia, debemos tener en cuenta que existe el peligro de caer en la rutina y en la superficialidad. Los penitentes hemos de procurar con responsabilidad, que nuestra confesión sea un encuentro personal con Jesucristo, quien nos consuela en nuestras debilidades, al mismo tiempo que fortalece nuestra esperanza en el inicio de una vida nueva.
Los penitentes habituales podemos ser tentados también por el cansancio y hasta por la desesperanza, cuando a veces no percibimos un avance en la reforma de nuestra vida moral. Nos puede dar la sensación de que siempre caemos en los mismos pecados y de que estamos encadenados en una espiral de caídas y peticiones de perdón, sin progresos constatables. Sin embargo, la única manera de permanecer fieles a la llamada a la conversión, es continuar fieles en el camino penitencial, “sin perder la paz, pero sin hacer las paces”. Es decir, sin perder la paz interior, por que no avanzamos como sería nuestra deseo; al mismo tiempo que nos resistimos a pactar con nuestro pecado, sin rebajar el ideal de la santidad al que estamos llamados. Decía un autor espiritual que el cristianismo no es tanto de los perfectos, como de aquellos que no se cansan nunca de estar empezando siempre.
Los cristianos que nos acercamos a recibir el perdón en estos días, estamos llamados a ser testigos de la Misericordia de Dios. La alegría del perdón es el mejor testimonio de fe y de esperanza ante nuestros hermanos. De forma similar a como San Agustín escribió un libro autobiográfico con el título de “Confesiones”, en el que cuenta la conversión de su vida pecadora, para proclamar ante el mundo la bondad de Dios; así también nosotros, al “confesar” nuestros pecados, “confesamos” el Amor de Dios".
+ José Ignacio Munilla, obispo de Palencia

miércoles, 5 de noviembre de 2008

YA HUELE A NAVIDAD

En Madrid hace ya unos días que han comenzado a colocar las luces de Navidad. Si vas a los supermercados, ya se pueden comprar turrones. En el Corte Inglés ya puedes comprar todos los adornos de Navidad que quieras. Y no digamos la lotería, que está a la venta desde finales del mes julio.
Con el ritmo acelerado que nos llevan en los centros comerciales, hay veces que tienes que parar a pensar si es que has estado durmiendo un mes seguido y te has despertado en diciembre.Cada vez, las fiestas pierden más su sentido y se convierten en medios para que gastemos dinero.
Reconozco mi especial antipatía por algunos de los signos externos de la Navidad. Me molesta mucho los mensajes de amor y de paz entre personas que quizá el resto del año no se dirijan la palabra. Los familiares que se sientan en la misma mesa esa noche a cenar, porque es una obligación, pero que no se drigirán la palabra el resto del año. Y no digamos de las broncas familiares que se montan porque toca en casa de tu familia o de la mía. Las tarjetas de felicitación totalmente impersonales, que llevan únicamente una tarjeta de visita dentro, y que te da la impresión que la recibes porque alguien en un momento dado te incluyó en una lista de la que luego se olvidó borrarte. Las llamadas o sms que recibes de personas que solo volverán a acordarse de ti el próximo año por estas fechas.
La noche del 24 de diciembre, solo se piensa en la mesa de Navidad. Hay que comprar marisco o cordero pagando precios desorbitados. Hay que preparar comida en abundancia, a sabiendas que sobrará y que terminará en la basura. Sacar la mantelería de hilo para lucirla, aunque la dueña de la casa (que es la que ha decidido poner ese mantel) ponga el morro torcido si se cae una copa de vino.......Y qué poquito nos acordamos del verdadero sentido de la fiesta.
Hace pocos días, me preguntaba una madre de familia (con hijos y nietos), sobre ideas de cocina, para poder celebrar la Navidad sin tener que gastar mucho dinero, que precisamente no le sobra.
Mi respuesta fue lo que a mi me gustaría que realmente fuera la Navidad.
Que da igual si en la mesa hay mortadela o jamón ibérico. Si hemos podido estrenar un traje de fiesta o tenemos el mismo de hace varios años. O si me toca en mi casa montar la mesa para veinte personas o no. Lo verdaderamente importante es que los que nos sentemos alrededor de esa mesa tengamos conciencia de ser una familia con lo que eso significa. Que les transmitamos a nuestros hijos el valor de la fiesta y de la familia. Y que igual que cantamos cumpleaños féliz en las fiestas de cumpleaños, que cantemos unos villancicos que nos hagan recordar que ese día es un día muy especial para los católico. Que al menos, si no es una costumbre habitual, ese día se bendiga la mesa. Que hay que tener un recuerdo especial para los que ya no están con nosotros, aunque no creo que sea el día más indicado para llorar por ellos. Y que a pesar de las penas que podamos llevar cada uno de nosotros en nuestro corazón, estamos celebrando una fiesta alegre. Nada menos que el Nacimiento de Jesús.
Y por supuesto, que a las 12 de la noche celebremos la Navidad de la forma que le gusta a Jesús, yendo a la Misa del Gallo. Ahí es donde encontraremos la verdadera Navidad.

SALMO 91

He descubierto el rezo de Los Salmos hace relativamente poco tiempo. Son oraciones en general desconocidas. Los rezamos en la Misa, pero casi de una forma autómata, esperando cuándo nos toca responder a quien está leyendo.
Son oraciones preciosas. Son las que se rezaban en tiempos de Jesucristo. Seguramente la Virgen se las enseñaría, y las rezarían juntos en la Sinagoga. Pero además, hay un salmo para cada momento de la vida. Los hay para cuando quieres dar gracias, para cuando necesitas perdonar, para cuando te sientes solo.......
En días como hoy, cuando estoy necesitada de esperanza y de confianza, me gusta rezar el número 91 o el 141.
He tardado en decidirme cúal os ponía. Me he decidido por el 91. Espero que os guste, y que si también estáis necesitados de protección, la encontréis.

martes, 4 de noviembre de 2008

¿POR QUÉ LAS MUJERES NUNCA VAN SOLAS AL BAÑO?

Esto me llegó por email hace mucho tiempo, pero lo guardé porque es una de las cosas que más me ha hecho reir. El único problema que tiene es que hay que ser mujer para entenderlo. Hoy me he vuelto a reir a carcajada mientras lo releía. Ya me diréis si os gusta (y no me mintáis, seguro que os sentís identificadas).
"El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de niña tu mamá te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza. Finalmente te instruía: ‘Nunca, nunca te sientes en un baño publico’. Y luego te mostraba ‘la posición’ que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.“La Posición” es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos,’la posición’ es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.
Cuando ‘tienes que ir’ a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que pides la vez y esperas paciente, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos. Es la posición oficial de “me estoy meando”.Finalmente te toca tu turno, pero siempre llega la típica mamá con “la niña pequeña que no se puede aguantar más” y aprovechan para saltarse ambas la cola con todo el morro!. Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo.
Entras y te das cuenta que el picaporte no funciona (nunca funciona); no importa…Cuelgas tu bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (nunca hay gancho), inspeccionas la zona, el suelo esta lleno de líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de mierdas que fuiste metiendo dentro - la mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso - ..Pero volviendo a la puerta… como no tenía picaporte,solo tienes la opción de sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas las bragas y tomas ‘la posición’…Alivio…… AAhhhhhh….por fin… Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar…. por que estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las bragas cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 kgs colgando de tu cuello. Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubrirte con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza “jamás te sientes en un water público!”, así que te quedas en ‘la posición’ con el tembleque de piernas, entonces por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíiiiiisima del chorro te salpica en tu propio culo y que ¡¡¡te moja hasta las medias!!! Tienes suerte si no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar “la posición” requiere una gran concentración.
Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peroooo, ¡joooooder…! el rollo esta vacío…! (siempre)Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kgs. de trastos que llevas en el bolso haya un miserable kleenex, pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio,y en cuanto sueltas la puerta, alguien la empuja y recibes un portazo que tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco, si miramientos o todo el mundo te vera semi sentada en el aire con la bragas por la rodilla ¡¡NO!! Entonces gritas ¡¡¡¡¡¡¡¡O-CU-PA-DOOOO !!!!!!!!!’, mientras continúas empujando la puerta con tu mano libre, das por hecho que todas las que esperan en el exterior han oído tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de nuevo, (en eso las mujeres nos respetamos mucho) y te dispones a buscar tu keenex sin agobios, te gustaría usar más de uno pero sabes lo valiosos que son en casos similares y te apañas con uno por si acaso.
En ese preciso instante se apaga la luz automática del baño, en un cubículo tan reducido no puede ser tan difícil encontrar el interruptor! das la luz de nuevo con la mano del kleenex porque la otra sigue sujetando tus bragas, vas contando los segundos que te quedan para salir de allí, sudando porque llevas el abrigo puesto ya que no hay perchero, y es que, hay que ver el calor que hace en esos sitios tan pequeños y en esa posición de fuerza en la que sigues,con los gemelos a punto de estallar.Sin contar el cabreo que llevas por el portazo,el desnuque con la correa del bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en las piernas y en las medias, que todavía están mojadas… el recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima si te viera así; porque su culo nunca tocó el asiento de un baño público, porque francamente,’tu no sabes qué clase de enfermedades podrías agarrarahí’.
Pero la debacle no termina… estás exhausta,cuando te pones de pie ya no sientes las piernas, te recolocas la ropa rápidamente y tiras de la cadena ¡sobretodo! Si no funciona preferirías no salir jamás de ese baño ¡qué vergüenza! entonces sales al lavabo. Todo esta lleno de agua así que no puedes soltar el bolso ni un segundo,lo cuelgas al hombro, no sabes cómo funciona el grifo con los sensores automáticos así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca, y consigues jabón,te lavas en una posición de jorobado de Notredame para que no se resbale el bolso desde tu hombro y acabe en la pica del baño bajo el chorro automático, el secador de aire es un trasto inútil así que acabas secándote las manos en tus pantalones, por que no piensas gastar otro kleenex para eso! y sales pasando junto a la línea de mujeres que aún están esperando con las piernas cruzadas y en estos momentos eres incapaz de sonreír cortésmente, consciente de que has pasado ahí una eternidad.
En este momento ves a tu chico que ha entrado,usado y salido del baño de hombres y que tuvo tiempo de sobra para leer Guerra y Paz mientras te esperaba. ‘¿Por qué tardas tanto?’ te pregunta irritado. “Había mucha cola” te limitas a decir.
Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido ya que tú solo tienes que concentrarte en tener “la posición”. y la dignidad."

domingo, 2 de noviembre de 2008

TRABAJOS CON VOCACION

Hay un colectivo que merece todos mis respetos por el trabajo que realizan. Los admiro. Es un trabajo muy vocacional. Dicen que es uno de los colectivos que más índice de depresiones tienen causados por el estres. Y no me extraña.
Supongo que los que tenéis hijos, habréis pasado muchos día de lluvia, cuando no se puede salir a dar un paseo, en casa con vuestros hijos. El día suele empezar bien, pero a medida que avanza, los niños empiezan con el típico "me aburro", y al final de la tarde, hay un estado de nervios general, que suele terminar contagiando a todos los miembros de la familia. Pues imaginar eso, que en vez de dos o tres niños, sea con veinte y cinco o treinta.
A tus hijos, les puedes dar un grito (o más de uno), que siempre relaja mucho. O cuando ya no puedes más, los mandas a su habitación a que se relajen (ellos y tu). Y cuando muchas veces estás contando hasta cien antes de darles un cachete, te sale la vena maternal, y piensas que bueno, que tampoco es para tanto, que al fin y al cabo son niños, y lo que tiene más peso específico, son TUS niños.
Pero si te encuentras que a esos niños, que además de revoltosos pueden ser maleducados, no les puedes regañar porque los traumatizas. No te puedes quejar a sus padres porque se ofenden. Y de ninguna forma consigues que te tengan un mínimo de respeto, pues no me extraña que los que tienen que estar a su cargo se tengan que inyectar Lexatín directamente en vena.
Para colmo, es una profesión que está desprestigiada, parece que como titulación universitaria es de las más fáciles y de las que menos esfuerzo requieren.
A estas alturas de la lectura, supongo que habréis intuido que hablo de los maestros. Y aquí incluyo por supuesto también a todos los profesores. Desde los que están en guarderías, hasta los que trabajan con adolescentes. Cada edad tiene su dificultad, y es complicado evaluar qué cuesta más.
Les entregamos lo más valioso que tenemos, que son nuestros hijos. Descargamos en ellos nuestra responsabilidad como padres, y no les ayudamos. Ni siquiera les apoyamos.
Conozco muchos profesores con mucha vocación. Adoran su trabajo. Seguramente por las razones que podéis leer en esta presentación dedicada a ellos.
Soy Maestra
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TODO ESTA BIEN

Hoy es el día de los difuntos. En homenaje a ellos, os dejo esta reflexión. Está basada en un texto de San Agustín de este mismo nombre. Si pudieran, seguro que nuestros difuntos, nos dirían algo parecido a esto:



TODO ESTA BIEN
La muerte no es nada. Solo un horizonte.
Y un horizonte no es nada. Es solo el límite de nuestra visión.
La muerte no es una lámpara que se apaga,
Sino una luz que se difumina, porque ha llegado la aurora.
Yo solo me he escabullido a la sala vecina.
Yo soy yo, y tu eres tú.
Cualquier cosa que éramos el uno para el otro, aun lo somos.
Llámame por mi nombre familiar.
Háblame como me has hablado siempre
- no cambies tu tono -,
No crees un ambiente de solemnidad o tristeza.
Ríe como siempre hemos reído juntos.
Sonríe. Piensa en mí. Reza por mí.
Deja que mi nombre sea pronunciado,
Como la palabra normal que ha sido siempre,
Sin ningún rastro de sombra.
Que la vida siga como siempre ha sido.
Es la misma que siempre.
Hay una continuidad sin tacha.
¿Por qué debo estar fuera de tu mente por estar fuera de tu vista?
Estoy esperando por ti un rato, muy cerca, a la vuelta de la esquina.
Todo está bien, nada ha pasado, nada está perdido.
Un breve momento, y todo será como antes,
Pero será mejor, infinitamente feliz, y eterno.Todos seremos uno, juntos en Cristo

El dolor de la pérdida es inevitable. Hasta el mismo S.Agustín lo siente ante la muerte de un amigo. En su libro "Confesiones" lo expresa así:

"Sentí tanto su pérdida, que se llenó mi corazón de tinieblas, y en todo cuanto miraba, no veía otra cosa sino la muerte. Mi patria me servía de suplicio y la casa de mis padres me parecía la morada más infeliz e insufrible; todo cuanto había contado y comunicado con él, se me volvía en crudelísimo tormento, viéndome sin mi amigo. Por todas partes le buscaban mis ojos, y en ninguna le veían. Aborrecía todas las cosas, porque en ninguna de ellas le encontraba, ni podían ya decirme, como antes cuando vivía y estaba fuera de casa o ausente: espera, que ya vendrá. Estaba yo trocado en un confuso enigma sin entenderme a mí mismo y preguntaba a mi alma por qué estaba tan triste y por qué me afligía tanto; y no tenía qué responderme. Y si le decía: Espera en Dios, con razón me desobedecía, porque más verdadero ser tenía, y mucho mejor era aquel amadísimo hombre que había perdido, que aquel fantasma que yo entonces creía Dios, y en quien le mandaba que esperase. Sólo el llanto me era más dulce y gustoso, y el sucesor de mi amigo en causar las delicias de mi alma"

A nuestros seres queridos no les gusta vernos tristes, ni llorar por ellos. Cuando se quiere a alguien, intentas no hacerle sufrir. ¿Por qué si hicieron todo lo posible por nuestra felicidad cuando estaban con nosotros, ahora van a querer lo contrario?. No debemos olvidarlos. Eso nunca. Alguien no muere del todo mientras haya quien lo recuerde. Intentemos recordarlos con alegría, con la seguridad que velan por nosotros, y con la esperanza del reencuentro.