HOY SE HABLA DE DELIBES

No voy a ser menos que cualquier diario o televisión. Hoy hay que hablar de Miguel Delibes.

No soy gran conocedora de su obra. Tres o cuatro libros suyos he leído, y de ellos, mi preferido "Cinco horas con Mario". Después la vi escenificada por Pilar Herrera, una maravilla.

Como decía hoy una amiga, cuando eres estudiante, siempre tienes que leer uno o dos libros por curso. Esos libros blancos con cenefita azul que todos los de mi generación recordaréis. El profesor elige lo que hay que leer, y normalmente te parece una castaña, simplemente porque como te lo han impuesto...... Pero es verdad que a veces, a medida que íbas leyéndolo te animabas y terminaba encantándote. Eso es lo que a mi me pasó con "Cinco horas con Mario".

Por lo que hoy he podido leer sobre su vida, parece que fue un hombre bueno, sobre todo hablan de un marido ejemplar. Bueno, parafraseando a mi marido: "que no llegue la hora de las alabanzas". Es cierto, ¿a cuántos funerales habéis asistido que no se alabe al difunto?. Es una pena, pero así somos, nos avergonzamos de decirle a la gente en persona lo buenos que son y lo que los queremos, y esperamos hasta que ya no pueden darnos las gracias por esas buenas palabras.

Como siempre, me desvío del tema. Sigo con Delibes. ¿lo que más me ha sorprendido? Ver a Cospedal llorando a moco tendido. Solo encuentro una justificación, que lo conociera personalmente y por eso lo quisiera tanto. Porque si no, la verdad es que sus lágrimas eran un tanto patéticas.

Creo que puedes llegar a admirar a una figura pública, a un cantante....pero igual que no entiendo a esas fanáticas que se ponen histéricas gritando cuando pasa el actor de moda, o el cantante de turno, que se desmayan, que gritan desenfrenadas.....pues tampoco entiendo el otro extremo.

Hay personas de las que sientes su muerte, porque te caían bien, porque hacían algo que te gustaba, o en este caso, porque escribía algo que te llegaba...., pero realmente, llorar, llorar, por las personas a las que quieres.

Podemos derramar lágrimas por una tragedia colectiva, como el terremoto de Haití, y volcarnos para ayudar en lo que podamos, pero en este caso, lloramos por los que son como nosotros, porque tenemos empatía con ellos, porque nos duele su dolor. Pero no lloraremos por una persona en particular a no ser que la conozcamos.

Igual me estoy pasando de la ralla, y resulta que Cospedal era íntima de alguna hija o nieta del escritor, pero me da que no.

Hay que dar la talla para todo, y a mi esta chica, pues si, muy mona, un poco menos desde que alguien que no la quiere mucho le ha recomendado esos rizos de los años 60. Muy mona, pero.....da un poco de yuyu votar a una chica tan tierna....pero bueno!!! que ya me estoy desviando otra vez a la política, que no puede ser. Pero es que nos tienen tan cansados.....