viernes, 26 de marzo de 2010

SOLUCION

Bueno, parece que algunos tienen menos prejuicios que yo y lo han adivinado.

Esta es la solución:

La solución es que la eminencia de la que se habla es LA MADRE


Tenemos tan interiorizado que las eminencias tienen que ser hombres que no podemos pensarla mujer.

Y esto va mucho más allá de que puestos ante la disyuntiva explícita de decidir si una eminencia puede o no puede ser una mujer, creo que ninguno de nosotros dudaría en aceptar la posibilidad tanto en una mujer como en un hombre.

Sin embargo, en este caso, falla. No siempre se obtiene esa respuesta.

Más aún: hay muchas mujeres que no pueden resolver el problema y cuando conocen la solución se sienten atrapadas por la misma conducta machista que condenan.

En fin, creo que es un ejercicio muy interesante para analizar nuestras propias complicaciones y laberintos internos.


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