miércoles, 4 de febrero de 2009

EL TREN DE NUESTRA VIDA

Un sacerdote amigo dice que la soledad no es buena ni mala, solo es soledad.

El ser humano no está hecho para vivir en soledad. Será buena, solo si podemos elegir el tiempo que dura. Será mala si tenemos que convivir con ella contra nuestra voluntad voluntad.

El ser humano no nace en soledad, y no le gusta morir solo.

Son muchas las personas que se cruzan en nuestro camino a lo largo de la vida. Unas son elegidas, otras no. A unas las llegamos a querer más que a otras. Unas se marchan pronto de nuestra vida, otras permanencen hasta el final. Algunas se hacen imprescindibles para nuestra existencia, de otras no recordaremos ni el nombre.

Unos y otros pasan por nuestra vida por alguna razón. De todos aprendemos algo y todos nos dan algo.

La providencia actúa así. La providencia es la máquina del tren de nuestra vida.






No hay comentarios:

Publicar un comentario