domingo, 8 de febrero de 2009

¿SE NOS OLVIDA QUE EXISTE HAMBRE EN EL MUNDO?

Este fin de semana, la recaudación de todas las iglesias va destinada a la campaña de Manos Unidas, contra el hambre en el mundo.
Esta campaña comenzó en 1955. En España 50 mujeres, bajo el lema "Declaramos la guerra al hambre", hicieron un llamamiento para combatir tres tipos de hambre: de pan, de cultura y de Dios.
Mujeres valientes, sin ninguna duda. Hicieron un gran trabajo. De ese grupo de mujeres ha nacido toda una organización, capaz de recaudar y de canalizar las ayudas que reciben. Unas mujeres que hicieron un trabajo valiosísimo y que sin embargo no han pasado a la historia.
Primero he pensado que mucho mejor que lo yo pudiera decir en esta entrada, sería poner un video sobre el hambre en el mundo. En este caso el hambre de pan. Sería mucho más gráfico. He estado mirando en youtube. He encontrado muchos videos donde se pueden ver fotografías que muestran el horror del hambre, especialmente en los niños. Pero precisamente por respeto a ellos, he decidido que no voy a poner ninguno de estos videos.
El hambre en el mundo es una realidad. Una realidad espantosa. Una realidad que todos conocemos, que sabemos que existe pero que olvidamos rápidamente.
Todos conoceréis la espantosa fotografía del niño que se está muriendo y el cuervo esperando para comerse su cuerpo. Cuando vemos esa foto, nos horrorizamos. Pero luego, lo olvidamos.
Si en cada iglesia mañana colgaran esa foto en el altar, estoy segura que la recaudación se multiplicaría por cuatro o por cinco. Pero no. Esa foto no estará colgada. Y racanearemos a la hora de sacar el monedero. Y pensaremos que es que a ver si no les llega, si se queda por el camino, que vete tu a saber qué hacen con el dinero.....que total con los pocos euros que yo pueda dar no se soluciona el problema.
Pensemos de vez en cuando en ellos. No solo cuando vemos las fotos de los niños con el cuenco en una cola, o los que buscan en las basuras, o el que bebe el pis de un animal porque no puede más con la sed.
Nuestra aportación puede ser insignificante. Pero muchos granos de arena hacen una montaña. A nosotros afortunadamente nos sobra casi de todo, lo mismo que les falta a ellos. Seamos generosos.
Termino con un poema que copio del blog de mi amigo sacerdote Alejandro Barrajón (no pone el autor)


Puedo acunar mi dolor, si tú lo quieres
y ahogar mis penas al fragor del viento.
Puedo aceptar tu espina, cuando hieres,
y llenar de esperanza mi lamento.


Puedo entender que eres como eres
y pintar de color mi sufrimiento.
Puedo cubrir mi temor de amaneceres
y festejar la muerte que presiento.


Pero nunca me pidas, te lo pido,
que yo comprenda, porque no comprendo,
que encierre el corazón en el olvido
y deje de sentir, si estoy sintiendo,
bocanadas de horror y sinsentido
ante un niño que de hambre está muriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario