jueves, 5 de febrero de 2009

UNA PENA EN OBSERVACION

Precioso fragmento del libro que me estoy leyendo ahora. Una pena en observación de C.S.Lewis


"No somos propiamente capaces de ver nada cuando tenemos los ojos enturbiados pr las lágrimas. No podemos, en la mayoría de los casos, alcanzar lo que deseamos si lo deseamos de una forma demasiado compulsiva, o por lo menos no seremos capaces de sacar de ello lo mejor que tiene.....¿no podría esto compararse esto a la cruda intensidad de la añoranza que descorre el telón de acero, que nos hace sentir que estamos mirando al vacío cuando pensamos en nuestra propia muerte?. Ellos, los que piden (o en todo caso, los que piden de una forma demasiado importuna) no recibirán. Tal vez no puedan.


Y quién sabe si con Dios no pasará lo mismo. Poco a poco he llegado a sentir que la puerta no está ya cerrada ni tiene echados los cerrojos. ¿no sería mi propia necesidad frenética la que me la cerraba en las narices? Los momentos en que el alma no encierra más que un puro grito de auxilio deben ser aquellos en que Dios no la pueda socorrer. Igual que un hombre a punto de ahogarse al que nadie puede socorrer porque se aferra a quien lo intenta y le aprieta sin dejarle respiro. Es muy posible que nuestros propios gritos reiterados ensordezcan la voz que esperábamos oir.


Porque por mucho que nos digan "Llama y se te abrirá", llamar no significa aporrear y martillear la puerta como un poseso. Se nos dice también "A los que tienen sed se les dará". Pero, a fin de cuentas, hay que tener capacidad de recibir, si no, ni la omnipotencia sería capaz de dar. Seguramente es la propia pasión lo que destruye temporalmente esa capacidad."

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