lunes, 21 de septiembre de 2009

MIS LIMPIAPARABRISAS PARTICULARES


Trabajo en una empresa alemana, y escucho mucho un dicho de ese país que dice "nada se come tan caliente como se cocina". Quiere decir que las cosas no hay que hacerlas con prisas, en caliente. Que es mejor tomarse tiempo, tranquilizarse, serenarse y luego tomar una decisión.

Aunque hacer esto es difícil en un carácter latino como el español, hoy me lo aplico.

Ayer creo que dejé clara mi indignación ¿verdad?, pero es que la sentía....¡ vaya si la sentía !.

Bueno, pues igual que ayer presentaba mis quejas, hoy voy a dar las gracias a aquellas personas que me han llamado, y que sin decirme que me habían leído, me han mandado un abrazo telefónico, o virtual. A aquellas que me han enviado algún mensaje y que de una forma u otra me han hecho sentir que estáis ahí empujándome para que cuando caigo me levante.

De verdad que no cabe más agradecimiento en mi corazón a todos vosotros.

Cuando conduces lloviendo te das cuenta lo importantes que son esas dos varitas a las que apenas haces caso, los limpiaparabrisas. No nos preocupa que llueva porque sabemos que ellos harán posible que tengamos visibilidad suficiente. No pueden parar la lluvia, pero si la apartan, para dejarnos ver la carretera, para hacer posible que lleguemos a nuestro destino. Sin ellos, con su mecanismo tan simple, no podríamos seguir.

Pues eso sois vosotros en mi vida. Gente sencilla, sin complicaciones, sin dobleces, que lo único que quieren es hacerme posible el camino. Que no pueden evitar las tormentas de mi vida, pero que con su continuo ir y venir, hacen posible que tenga el valor suficiente para continuar el camino. Sé que estáis ahí, en reposo, puede que en una aparente inactividad. Porque cuando hay sol, sabéis que no sois necesarios, pero que basta que caiga la primera gota, y le dé a la palanca para que os pongáis en movimiento.

Un besazo a todos vosotros !!!!!

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