martes, 15 de junio de 2010

FIESTAS ESPECIALES

Navidad y Fin de Curso. Dos fechas superimportantes en la vida de los niños pequeños. Son las fechas en las que los papás vamos a los colegios a ver las representaciones que con tantísima ilusión han estado preparando durante tanto tiempo.
Tiempo de secretos porque no nos podemos enterar de en qué consiste la representación. Tiempo de nervios porque se acerca la fecha y hay que tenerlo todo superpreparado. Tiempo de ilusión porque los papás podremos ver por fín el resultado de su esfuerzo.
Hoy ha sido para nosotros uno de estos días. A las seis de la mañana mi hija María ya me estaba despertando porque "mamá que me tienes que hacer el moño". Como aclaración deciros que salimos de casa a las siete y media, pero claro, había que levantarse mucho antes, vaya que no nos diera tiempo. "Que no María, por favor, que es muy temprano, que nos sobra tiempo". Y ella, "jo mamá!, llegaremos tarde, ya verás y todo porque tú no quieres levantarte". En fin, que como veía que era imposible dormir un poco más, a las seis y veinte estaba yo con el peine y las horquillas haciendo el moño. Seis y veinticinco, moñito terminado, niña vestida y preparada para irse ya al cole.
Teniendo en cuenta que la función era a las siete de la tarde, las instrucciones que teníamos del colegio era que le pusiéramos medio kilo de gomina para que el pelo estuviera en su sitio requetecolocado después de doce horas. Así que ahì estaba mi niña con su pelo engominado, tieso diría yo, esperando para salir. Supongo que pensaría que mira que si hay más atasco del normal y me pierdo cinco minutos del día de fiesta.....Pero no. Afortunadamente llegó a tiempo y ha podido disfrutar del día completito.
A las siete de la tarde estábamos allí los padres, hermanos,..., sentaditos en las sillas que nos han preparado y ansiosos de ver a nuestras hijitas.
Es graciosísimo verlos. Cuando suben al escenario, estropean todas las horas de trabajo que las pobres profesoras llevan invertidas, porque a lo único que se dedican es a buscar a su familia en el público, a sonreirles y a poner cara de foto porque saben que son objetivo de la cámara (porque por supuesto no hace falta decir que vamos todos cargados con todas las cámaras habidas y por haber), que a mi ya me pasó el año pasado. No veas, sale mi niña al escenario, saco la cámara y de repente ¡ horror ! dichoso mensajito "error en la tarjeta". No puede ser, si nunca me ha pasado !!!. Casi me da un patatús no en ese momento sino cuando le tuve que decir a mi hija que no había podido hacerle ni una sola foto. ¿qué va a ser de ella cuando tenga que explicarle a sus nietos que ese maravilloso momento no quedó inmortalizado?
Y a los papás se nos cae la baba mirándolos. Pero mira que gracioso, qué bien lo hace, si es que tiene madera de artista, ay que guapo.......estos son los comentarios que oyes a tu alrededor y que por supuesto coinciden con lo que tú piensas de tu hijita en particular " la más guapa, la mía. la que mejor lo hace, la mía.......todo lo más de lo mejor, por supuesto la mía "
Este año ya me encargué antes de salir de casa de verificar la cámara. Este año está perfectamente "retratada" la niña, y se nos volverá a caer la baba cada vez que tengamos la oportunidad de enseñarle a cualquiera que se ponga por medio la foto.

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