domingo, 20 de junio de 2010

LECCION MAGISTRAL

Hace un par de años, escribí una entrada parecida a la de hoy. En ese tiempo era Raquel la que había terminado su carrera y empezaba su trayectoria profesional. La llamé Buenos médicos buenos.
Lo primero, mi propia sorpresa. Hace ya casi dos años que comencé esta andadura por el mundo de los blogs , y aquí sigo, si no todos los días porque son demasiadas las ocupaciones, al menos los días que puedo o que creo que puedo deciros algo que sea de vuestro interés.
Ayer volvía a esa Aula Magna del Hospital La Concha en Madrid. Esta vez era mi sobrina María. Ya hay dos médicos en la familia !!
Dicen los que tienen buena memoria que el discurso del Decano de la Facultad de Medicina y el del profesor elegido por los estudiantes, era el mismo que hace dos años. No digo que no. Pero a mi me gustó escucharlo de nuevo.
No era la típica clase magistral que hubiera resultado aburridísima para los que no tenemos ni idea de medicina. Ya hubo unas presentaciones previas, que menos mal que duraban poco, porque diapositivas llenas de siglas que solo los médicos entienden, nombres rarísimos de enfermedades...., vamos !! que menos mal que en una de ellas pusieron una foto al final y nos pudiemos enterar que estábamos hablando de una enfermedad de la piel, porque durante los seis minutos que duraba la presentación, no tenía ni idea de si hablábamos de un fármaco, una enzima, una hormona, de una enfermedad del corazón, o de una uña del pie que está a punto de caerse por un hongo.....
Vuelvo a la clase magistral, donde afortunamente nos olvidamos de esas horribles siglas, de las "itis" con las que terminan muchas enfermedades, de las "ías"con las que terminan las especialidades médicas......no, esos dos señores, que deben ser unas eminencias en sus campos de actuación, siempre escogen como última clase para darle a sus alumnos algo de lo que nunca les han hablado en las aulas. Algo que no encontrarán en el vademecum. Algo que hay personas que no necesitan aprenderlo porque lo llevan en los genes. Son así. Pero otros tardan más de seis años en aprenderlo, y muchos más en interiorizarlo y en adquirir experiencia..... En esta clase magistral, se centran en algo fundamental. Les explican lo que sus pacientes van a esperar de ellos : QUE SEAN BUENAS PERSONAS
Vale, esto es aplicable en todas las carreras, en todas las profesiones. Es como una ley que vale para toda la humanidad. Completamente de acuerdo.Efectivamente el noventa por ciento de lo que estos dos señores dijeron, lo pueden repetir en la clausura del curso de los licenciados en filosofía y en los de informática. Vale para todo.
Estos señores, que ya pintaban canas, hace ya muchos años que salieron de la universidad. Estos señores saben que el mundo laboral es una jungla. Estos señores saben que en las empresas, y supongo que un hospital es igual que una empresa, hay momentos en los que te tienes que desviar porque los cuchillos que se lanzan por los pasillos te van a alcanzar. Ellos lo dijeron. "que vuestro éxito profesional no lo consigáis a base de pisar a los demás".
Si vuelvo la vista atrás, muchos años atrás, puedo sentir lo que este grupo de estudiantes sentía ayer. Una alegría tremenda por tener tu título. Ese que tantas horas de flexo te ha costado conseguir. Una alegría impresionante porque terminó el stress de los exámenes. Porque ya por fin nadie me tendrá que volver a evaluar de nada. Se terminó el empollar.
Y esperas que en la vida laboral todo sea como en la universidad. Que a tu amiga del alma le pides sus apuntes porque es mejor que tú cogiéndolos y no te planteas ni siquiera que te va a decir que no. En ese momento no es tu rival. Todo es maravilloso en estos años de estudiantes. Todo y todos.
Pero cuando llegamos al mercado laboral sale lo peor de nosotros. Hay unos puestos que son golosos, y mucha gente que quiere optar a ellos. Si todos sabemos lo mismo,...., hay que conseguirlos a costa de lo que sea.....ese "sea" a veces produce mucho dolor y mucho sufrimiento en las personas de tu entorno.
Bueno, que no quiero en esta época en la que muchos estudiantes están celebrando su fin de curso bajarle la moral. No es esa mi intención ni mucho menos. Me conformaría con que se quedaran con esas tres palabras "ser buenas personas" en todos los momentos de vuestra vida. Y de esa vida, muchas horas las pasaréis en vuestro trabajo. Ser allí buenas personas. Al final de la vida nadie os va a examinar de en qué puesto del organigrama estaba tu nombre, a qué altura de la pirámide llegasteis.....al final la vida os examinarán del amor.

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