Durante tres días parece que la nieve me ha ido persiguiendo.
Voy a la playa, pues allí que nieva......Me quiero bajar del tren en Vitoria para fumarme un cigarro, pues un montón de nieve en el andén que hizo imposible saciar mi mono...... Llego a Madrid, y en una hora se pone la carretera de tal forma que pasé el mayor miedo de mi vida al volante (me prometí a mi misma que compraría hoy mismo unas cadenas, pero al final se me ha olvidado). Es que la nieve es muy bonita, y da un ambiente muy bucólico......pero solo si no tienes que salir de casa. Si tienes que pisar la calle, ir con cuidado para no caerte, no mojarte los zapatos (que por supuesto no son de nieve, ¿quién va a tener unos zapatos de nieve en España a mano?, conducir......, el caos está asegurado.
Y porque no he ido a Andalucía, que también allí han tenido su nevada. Pero gracias a internet lo he podido disfrutar.
Este es mi pueblo, en pleno corazón de la Sierra de Córdoba. Precioso con sus calles y casa nevadas.
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