miércoles, 20 de enero de 2010

ESTUDIANTES DE HOY - PROFESIONALES DE MAÑANA

Ayer tuve que estar en el coche bastante más tiempo del normal. Esto es Madrid y sus atascos. Así que tuve tiempo de escuchar un programa de radio desde principio a fin. Hablaban de las universidades y de las "concesiones" que se hacen a los estudiantes.

Parece ser que en la Universidad de Sevilla, si pillan a un alumno copiando en un examen, no va a pasar nada. El alumno, por la cuenta que le trae, que acabe el examen lo mejor que pueda. Porque el profesor no va a poder ponerle un cero ni expulsarlo del examen. Se va a crear una comisión. Creo que va a estar formada por tres estudiantes, y por no se cuantos profesores. Ellos decidirán si se evalúa finalmente al alumno o qué. No se me ocurre qué criterios van a tener en cuenta. Quizá si el pobre estudiante la noche de antes tuvo gastroenteritis, pues oye, es normal que copie. Es que yo, debo ser muy poco tolerante....

También contaban que ahora, cuando a un estudiante le quede una sola asignatura de una carrera, por no se qué compensación se le va a aprobar. Así que fuera ya el miedo a que se terminen las convocatorias.

Contaban lo bien que nos va a ir cuando se termine de implantar el Plan Bolonia en todas las universidades. Como ese plan permite a los alumnos que aprendan a desarrollar temas, a trabajar en equipo, a resolver situaciones....No voy a ir en contra de la Unión Europea. Yo solo digo que es casi imposible que ese modelo funcione en la universidad española tal como está ahora. ¿como va a poder hacer el profesor un seguimiento personalizado teniendo más de cien alumnos por aula? Menuda contradicción, los colegios no pueden tener más de 30 niños por aula (no sé el número exacto pero anda por ahí)....qué pasa que los profesores de universidad son superdotados y valen cada uno por tres o cuatro de primaria??

Esto ha cambiado mucho.

En mi época (es cierto que han pasado ya 20 años....una generación ¿no?), te podías arriesgar a copiar, pero sabías que si tenías la mala suerte de que te pillaran, no era un cero en ese examen, es que ibas directamente a la siguiente convocatoria. Y la gente se lo pensaba, porque las convocatorias corrían, y te podías ver en la calle, sin título solamente por una asignatura. Los profesores no tenían piedad.

Además había que estudiar, y de lo lindo. Asistir a clase era una pseudo-obligación, pero no puntuaba. La puntuación la daba solo el examen, y no había más historias. Y el que no estudiaba, pues suspendía, que es lo lógico. Relación causa-efecto.

Pero esta es la época que nos está tocando vivir.

Y estos van a ser los profesionales que vamos a tener mañana, así que cruzaremos los dedos y esperemos que no nos toque dentro de diez años que nos opere de corazón el médico ese al que le aprobaron la asignatura de cardio por compensatoria.

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