miércoles, 18 de noviembre de 2009

MADRID CENTRO

Pocas veces voy por la zona de la Puerta del Sol. Parece mentira porque cuando llegué a Madrid, como no existían los GPS, yo me movía con mi mapa, y mi punto de referencia era la Puerta del Sol, así que fuera donde fuera, tenía que pasar por allí para poderme situar.

A esta zona, por lo menos yo, o vas de compras, o de tapas, o a ver el mercadillo navideño...... Ayer justo iba con unas amigas a comprar unas cosas para nuestra Cofradía y a comer unos churritos en S.Ginés.

No pretendo contar a lo que fui. Lo que quiero contar es que el ambiente que hay en esta zona de Madrid es característico, y solamente se puede ver aquí.

Las tiendas de objetos de Madrid, los turistas dando vueltas por allí. No os lo creeréis, pero había un japonés disfrazado de torero con un toro tamaño real como de peluche. Singular de verdad ver a un oriental vestido de torero y haciendo pases enfrente de la calle preciados.

A su lado, esas estatuas humanas, que cuesta trabajo verlas en esas posturas. Inamovibles. Te tienes que parar para verlos pestañear. Los hay más simples que se cubren de un color y ahí se quedan y las que me encantan son esas bailarinas dentro de una mariposa que cuando escuchan que les has echado una moneda abren las alas y bailan para agradecértelo.

Todo esto, junto con la mezcla de civilizaciones que se ve. Creo que hay representantes de todos los paises y de todos los continentes. Los hay vendiendo, paseando, pidiendo limosna.....

Lo que desentona totalmente es el árbol ese navideño de estructura metálica que se inventaron hace un par de años para eso de "ser más ecologista". No me gusta, lo siento. Donde esté un buen abeto con sus ramas que se quite todo lo demás.

¿y los churros de S.Ginés? Se precian de ser la churrería más antigua de Madrid. Será verdad, no digo que no. Pero ¡ qué buenos están los churros no se si hechos con receta nueva o no". Además ayer, como la primavera se resiste a irse de Madrid, las terrazas estaban llenas de gente, las calles también. Este año vamos a celebrar la Navidad al más propio estilo caribeño.

Se pasó el tiempo rápido y no pudimos hacer mucho. Porque además estuvimos en los famosos Pontejos, donde se compra de casi todo lo que quieras. En las tiendas enormes esas de telas que hay al lado. Por cierto que estos tenderos tienen que estar contentos. Allí no había llegado la crisis. Debe ser que con el bolsillo ajustado hay que darle más a la aguja.

Seguramente volveré a esta zona cuando ya estén encendidas las luces de Navidad. Tendremos que darle el visto bueno a Gallardón.

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