Estos días, además del cambio de Obispos también ha salido en la prensa el cambio del Presidente de la Confer.
Yo no sé muy bien, a qué se dedica la Confer. Ni lo sé ni me interesa mucho. Por tanto, no pudo ponerme del lado de los que aplauden el cambio.
Son muchas las críticas que he leído contra el presidente saliente. Yo voy a escribir hoy de él olvidándome que tenía un cargo y pensando solamente que es un sacerdote. Un sacerdote al que he conocido, y del que solamente puedo decir cosas buenas.
Mi parroquia de Madrid es la Basílica de la Merced. Allí él daba muchas veces la Misa de nueve de la noche a la que yo solía ir.
Un día que entré en la sacristía a dar un donativo por una Misa que había pedido ofrecer por una intención, estuve hablando un rato con él. Le conté el problema de mi familia, y por supuesto le di la estampa de la Madre Felix. Me dijo, no te preocupes, que la voy a rezar. Todos los días, en los ofrecimientos, pedía por las "intenciones de Rosa".
Cuando ya había pasado un tiempo, y yo pensaba que se le había olvidado, le dije, Padre, que no se olvide rezar por mi marido. El ese día, me envió una fotografía en la que estaba la Madre Felix con una vela encendida, me dijo "es la vela de las grandes intenciones".
Muchas homilías dedicadas, muchos buenos consejos. Un disco suyo dedicado a mi hijo el día de su Confirmación. Muchos detalles.
Después de todo esto, yo no tengo nada que reprochar a este sacerdote, solamente puedo tener palabras de cariño para el.
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