QUÉ SERÁ ESTO

No hace falta buscar en el diccionario. Todos conocemos su significado.

Son incoloras, tienen un cierto sabor a salado. No están muy bien vistas. Afloran cuando menos te lo esperas. Te traicionan a la primera de cambio. Sale la primera, sale la segunda, ...., pero no sabes cuándo va a a salir la última. Parece que son ilimitadas.

Aparentemente son inócuas, pero solo aparentemente. Puede que vayan unidas a la alegría. Pero en ese caso, se escapan pocas. Cuando salen a torrentes llevan asociado el dolor. Ese dolor que no se puede explicar con palabras pero que llenan cada una de sus moléculas.

Son transparentes, no tienen color. Igual que el dolor, igual que la tristeza. Parece negra, pero solo lo parece. Los estados no tienen ningún color. Se los ponemos nosotros con la imaginación.

Tienen un cierto sabor a salado. No apetece tomarlas de postre. Su sabor incomoda la garganta. No sé cómo si la amargura tiene sabor, pero si le tuviera que poner uno, sería este.

Dicen que no son buenas. Yo no estoy tan segura. Ni buenas ni malas. Yo diría que son terapeuticas. Que deberíamos poder utilizarlas a nuestro antojo. Que a veces quitan el dolor más que un ibuprofeno. Las tenemos y no podemos sacarlas cuando queremos.

Y producen atascos en el corazón. Y esos atascos son peores que las obstrucciones por colesterol. No producirán la muerte por obstrucción, pero producen la muerte de la voluntad.

Si logras tomarlas en su medida adecuada, tendrán un efecto más relajante que cualquier antidepresivo que se venda en el mercado.

Dicen por ahí "no hagas llorar a una mujer, Dios cuenta sus lágrimas". No lo creo, Dios nos las da para que podamos ser más felices utilizándolas.