lunes, 25 de octubre de 2010

LIMPIEZA

Este finde he estado de limpieza.

No penséis que de repente me ha dado un flash y me ha dado por coger la escoba. Que va, que va!! Si no me queda más remedio, pues vale, pero mientras me pueda escaquear, ese instrumento diabólico no está dentro de mis preferidos.

He estado haciendo "limpieza de emails". Ya por fín recuperé mi Mac, aunque por poco tiempo. Tenía tres ordenadores y cada cosa en uno, más un disco duro, más otro multimedia que le ha dado por no funcionar......así que manos a la obra me puse a "unificarlos" todos.

Los que somos desordenados, lo somos en todos los ámbitos de nuestra vida, y la informática no va a ser menos. En el email esto se traduce en ir acumulando emails en la bandeja de entrada y de salida. Unos los guardo por si acaso, otros porque son necesarios, otros porque me gustan, y otros porque se me olvida borrarlos.

Así que me enfrenté a 5000 correos en la bandeja de entrada y 4000 en la de salida. Que menos mal que el servidor será potente que si no.....

Me pongo manos a la obra, borrando los más antiguos, los que más espacio ocupan, los que están reptidos (por esa regla que se han inventado ahora en las oficinas de poner copia de todo a todos y recibes el mismo correo por tres o cuatro sitios).

Y de repente me empiezo a encontrar emails de estos más personales. Emails que he ido recibiendo en los últimos meses de la vida de Carlos. Unos para preguntar, otros para dar ánimos, otros para ofrecerse a lo que hiciera falta, otros ansiosos de noticias...... Qué queréis que os diga, no he sido capaz de borrar ni uno de estos.

Largos o cortos, todos están escritos con cariño, con mucho cariño. Recibí emails de personas que ni conocía, pero que se ponían a mi disposición, bueno a nuestra disposición porque los hay de "antes y de después de ". Hay "mucho significado" en ellos para tirarlos a la papelera de reciclaje sin más. Hay mucho amor, y mucha amistad.

Recordaba cómo algunos de estos emails los últimos días de la vida de Carlos se los leía yo. Él ya no encendía el ordenador. Tengo que reconocer que los había que los leía enteros. Había frases que me saltaba. ¿la razón? porque en algunos casos sonaban a despedidas, en otros porque eran tan cariñosas que no podía leerlas en voz alta sin que se me saltaran las lágrimas. En otros, por qué no decirlo también porque eran muy derrotistas. Da igual, ahora se habrá enterado en el cielo de lo que todos lo querían y de lo que lo siguen echando de menos.

Impresionante la fuerza del cariño que hemos recibido en estos años. No habrá tiempo suficiente para poder devolverlo.

Como despedida, y aún pecando de poco humilde, voy a poner uno que especialmente me hizo llorar mucho el día que lo recibí.


Te diré sólo una cosa: guardo en mi corazón Tu rostro de mujer dolida pero con una dignidad impresionante, Tú que convertiste y escondiste el sufrimiento Tuyo en una generosa sonrisa tranquilizadora sin abandonarte a una inútil manifestación exterior del dolor que hería Tu alma.Que Dios Te bendiga, querida Rosa, recuerda que desde el Cielo Tu marido sigue queriéndote y vigilándote
Estoy encantada que desde el cielo esté "queriéndome y vigilándome"







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