lunes, 13 de julio de 2009

EL PODER DE LA ORACION

Me dice un amigo que le parto el alma algunas veces cuando pongo una frase de esas con sentido en el muro del facebook. Dice que soy muy profunda y que lo dejo hecho polvo. Lo siento, no es mi intención.
Hay veces que leo algo que me gusta, y lo apunto, o lo pongo aquí, o en el facebook, depende de como me dé. No quiere decir que siempre me identifique con eso que escribo. Lo que ocurre es que luego me gusta releerlo, unas veces para machacarme un poco sicológicamente, y otras veces porque si.
Todo este rollo, viene porque la entrada de hoy quiero que tome un tono alegre. Sé que unas veces directamente, y otras veces entre líneas, os hago partícipes de mis penas. Pues ahora os lo quiero hacer de mis alegrías.
Jueves y viernes pasado tocó maratón de médicos y de pruebas, con el stress que produce la incertidumbre de los resultados. De eso os he hablado ya en otras ocasiones.
Esta vez, los resultados han sido buenos, y tenemos muchas gracias que darle a Dios, porque realmente no hay nada científico que explique los resultados. Gracias a todos los que habéis encomendado nuestras intenciones. Gracias especialmente a la Virgen del Pilar y a la M.Felix, que como me dijo un sacerdote amigo "la M.Felix, conseguirá de la Pilarica el milagro", que están presentando nuestras peticiones a Dios.
Habíamos puesto la maquinaria de las oraciones en marcha. El mes de junio además ha sido especialmente propicio para la oración y para poder encomendar nuestras intenciones. El Corpus, el Sagrado Corazón......en este mes tan bonito, Dios nos tenía que conceder lo que le pidiéramos de corazón.
La teoría de mi marido es que nos relajamos un pelín cuando las cosas van bien, y necesitamos que nos den un sustito para que nos centremos. Y puede que tenga razón. Es humano y no nos tenemos que enfadar con nadie porque esto ocurra. Lo vemos bien, las pruebas van saliendo bien, y tomamos vacaciones de rezos.
Está claro que no puede ser así. No hay que bajar la guardia, y hay que insistir e insistir... El poder de la oración es infinito. Nunca sabremos cuánto. El poder de una oración basada en la confianza, en poder decir, _ "Señor, yo quiero esto, si es tu voluntad"_ Es duro decir la segunda parte, pero hay que hacerlo. No podemos solamente pedir a Dios lo que nosotros queremos. No puede ser porque si no nos lo concede, nos rebelaríamos, y nos podemos enfadar con Él, y no se lo merece. Hay que pedir en la confianza que Él hará lo mejor para todos, aunque como decía nuestro amigo Jiménez del Oso en esta carta que le escribe a Sor Blanca y que la leyeron en el cementerio el día de su entierro, y de la que resalto en negrita los párrafos que más me gustan:
"En primer lugar, perdóneme por escribirle en ordenador; no quiero que pase un mal rato tratando de descifrar mi letra de médico. También debo disculparme por no haber contestado antes, pero he estado varios días fuera de España.
Gracias por su hermosísima carta, que agradezco de todo corazón, y que conservaré entre mis documentos más preciados. Y gracias, sobre todo, porque me tengan presente en sus oraciones.
He pasado por varias enfermedades graves a lo largo de mi vida y por momentos muy amargos, pero siempre he entendido que es parte del aprendizaje y que, detrás del sufrimiento, hay una lección que nos ayuda a madurar y ser mejores.
En esta ocasión, mi cáncer se ha convertido en un precioso regalo: estoy recibiendo tantas y tan inmerecidas muestras de amor, que no puedo por menos que considerarme el más afortunado de los hombres. Por otra parte, esta mañana me han puesto mi segunda sesión de "quimio" y se ha comprobado que, tan sólo con la primera, el tumor ha disminuido de tamaño; es una buena noticia y me complace mucho compartirla con ustedes. Sé que en la, hasta el momento, buena evolución de la enfermedad, además del bien hacer de mis colegas, cuenta mucho la oración, esas píldoras de amor que lanzamos Allá Arriba y que, con amor infinito, son recibidas, sea cuál sea después la respuesta, que siempre es la mejor para nosotros, aunque, por nuestra limitación humana, a veces no lo entendamos así.
No tengo ninguna gana de morirme; creo que, además de lo mucho que me queda por aprender, les soy útil a mis pacientes y me abruma el dolor que causaría a quienes me quieren, pero estoy preparado para ello desde que tengo uso de razón: cuando nacemos empezamos a morirnos.
Sin embargo, y esto tal vez le resultaría difícil de entender a otra persona que no fuese usted, estoy tranquilo, soy feliz y doy gracias a Dios cada día por lo mucho que la vida me ha dado y me sigue dando. Creo en Dios, aunque, con mi reducida capacidad, no sepa cómo imaginármelo, y me pongo en sus manos con absoluta confianza y entrega: Él es mi mejor amigo.
Sigan rezando por mí para que sea mejor persona y transmita a todas las hermanas mi cariño y mi agradecimiento más sincero. Desde lo más profundo: Gracias sor Blanca.
Fdo. Fernando Jiménez del Oso"
El Señor sabe lo que queremos, pero quiere que se lo pidamos, y si se lo pedimos mucha gente, pues seguro que nos hace más caso. Si todas las cadenas funcionan, ¿como no va a ser necesaria la cadena de oraciones?
Además hay días en los que rezar es una tarea complicada, porque no te centras, porque empiezas a rezar y terminas pensando en qué vas a poner en la cena de esa noche, o en el disgusto que tienes con tu hijo, o con tu padre. Y aun así esos días estás tranquila porque sabes que hay alguien que está rezando por ti, y que por tanto tu petición sigue en pie.
Los médicos nos han dado vacaciones de verano. No nos quieren ver por el hospital hasta el mes de septiembre, y ojalá pueda ser así.
Y como leemos en tantas presentaciones con pensamientos de esos positivos, vamos a vivir el presente, y vamos a tratar de disfrutar de este verano de una manera tranquila, como ya corresponde a nuestra edad. Pero sin olvidar que el fantasma de la enfermedad nos persigue allí donde vayamos, y hagamos lo que hagamos. Que no entiende de vacaciones, ni de nada. Que ahora está dormido, pero tenemos que conseguir que no llegue a despertarse. Y eso sabemos que solo Dios lo puede conseguir.
Ayudarnos con vuestras oraciones a que sea posible.

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