domingo, 12 de julio de 2009

VA DE CELEBRACIONES

Hoy, hace un año que en mi casa hicimos una fiesta para celebrar el 18 cumpleaños de mi hijo mayor.
No sé si él hizo una invitación por el tuenti, o es que en estos casos funciona el boca a boca....el caso es que estaban invitados 100 chavales, chicos y chicas, y de edades entre 17 y 20 años más o menos.
Nosotros, el grupo más algo más madurito, nuestros hermanos y amigos, éramos como unos veinte. Seguramente habíamos escuchado muchas veces comentarios sobre la forma de divertirse de los jóvenes, pero ese día que lo estábamos viendo en directo, estábamos alucinados.
Son tan diferentes de nosotros. Había música, pero daba igual porque a nadie se le ocurrió bailar. Había unas chicas monísimas, pues los chicos, que parecen que están un poco tontos, no cambiaban el vasito de alcohol por un intento de acercamiento a ellas.
Luego estaban los que se acercaban demasiado....daba igual que nosotros estuviéramos a unos metros de ellos....ahí, sin corte ninguno....
Todo esto, fue solo una anécdota de lo que luego pasó. Se montó la mayor pelea que al menos yo he presenciado nunca. Se repartían tortas por todos los lados y de todos los colores. A los chicos, a las chicas, a los mayores. Ni la policía podía hacerse con ellos. Solo cuando apareció la Guardia Civil lograron contenerlos. ¿la razón? creemos conocerla, pero da igual. Una auténtica chorrada, y fue eso, como pudo haber sido cualquier otra cosa.
El caso, es que ese grupo de amigos, logró que mi hijo no olvide nunca como fue su entrada en la mayoría de edad. Pero "sus amigos" lograron amargarle lo que había sido hasta entonces una fiesta preciosa.
Después de un año, el mismo día, como nosotros teníamos hoy cosas buenas que celebrar, mi marido declaró ayer el "día de puertas abiertas en nuestra casa". Que consistía en invitar a nuestra familia y amigos a comer o a cenar, según le viniera bien a cada uno.
Nosotros no tenemos tantos amigos, es imposible tener 100 amigos. Seguro que tenemos muchísimos conocidos, pero los amigos son otra cosa. Los amigos, son esos que alguien definió como "aquellos que hay que invitarlos para las celebraciones, pero que vienen solos cuando los necesitas"...y de esos, realmente hay pocos.
A los nuestros, los llamamos ayer, y han venido casi todos, lo que le agradezco en el alma. Han venido porque realmente se alegran de nuestras buenas noticias.
Son solo algo más de veinte años lo que separan una generación de otra, pero somos tan diferentes....yo pensaba hoy mientras estábamos sentados alrededor de la mesa, y veía como uno hablaba con otros, como reíamos juntos,....., en fin, nada extraño, las cosas típicas que se hacen en estos casos. Pensaba en lo diferente que era esto de la fiesta del año pasado, dónde yo creo que nadie intercambiaba dos palabras seguidas con el de al lado, al menos que no fuera para preguntar si quería otra copa.
Es esta de nuestros hijos una generación muy muy rara. Todo el día conectados al tuenti, hablando con sus amigos o como quiera que se llamen en el tuenti, pero cuando se los encuentran cara a cara, .... se terminaron las palabras.
La amistad es otra cosa, y eso espero que mi hijo lo haya entendido, y que en su próxima celebración, que no sé cuándo será, pero que ya se la organizará él, de eso estoy segura porque yo como dice el refrán "una y no más Santo Tomás", sea capaz de tener las ideas claras, y de compartir el momento que sea, solamente con aquellos que lo van a hacer feliz con su sola presencia.

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