LOS AMIGOS VIRTUALES

Sobre internet hay una gran variedad de opiniones. Hay quien piensa que es mejor no tocarlo, que no te fies para nada de lo que ahí aparece..... y seguro que tienen razón. Seguro que en internet hay mucha basura , mucha mentira y mucha información falsa.

Pero mi experiencia personal con internet es otra muy diferente.

Me gusta leer la prensa digital. Con solo mirar por encima los titulares estás informado casi en tiempo real de las principales noticias, del tiempo etc.

Me divierto con grupos como el facebook y por supuesto escribiendo en mi blog y leyendo los blogs y las webs que me interesan.

Con internet aprendes mucho. Yo me he pasado muchas horas navegando, buscando información sobre el cáncer de próstata. Creo que ahora podría escribir una tesis sobre el tema, y os aseguro que hace algunos años no sabía ni dónde estaba situada la próstata ni para qué servía.

Además están los amigos virtuales. Son personas a las que jamás conocerás, que viven a miles de kilómetros de ti, y con las que solamente mantienes una relación por escrito a través de un foro. Conoces solamente su cara y su nombre.

Sin embargo llegas a establecer una relación cercana con ellos, porque te une tener una aficción, una causa o un tema en común. En mi caso, esa causa común, no podía ser otra que el cáncer de próstata.

Gracias a la red, estoy en contacto con personas que padecen esta enfermedad, y con familiares de las mismas. Me sirve de mucha ayuda, porque me doy cuenta que todo lo que nos ocurre a nosotros, que las etapas anímicas por las que pasamos, que los miedos que tenemos, son normales, casi de libro.

Es fácil comunicarse con este grupo de personas. En primer lugar porque están pasando por lo mismo que tu, y por tanto es fácil el entendimiento. Muchas veces las respuestas son "igual que yo".

En segundo lugar, y creo que quizá con más peso específico, es fácil contar tu problema a alguien que te entiende, pero que no te conoce, que no te quiere y que por tanto sabes que tu dolor no va a ser su dolor. A veces es difícil contar tu tristeza a la gente que te quiere. Sabes que cuando cuelguen el teléfono o cuando se vayan a su casa después de hablar contigo, no se van a quedar indiferentes, que no van a pasar página y si te he visto no me acuerdo. Es como si se produjera un trasvase del dolor. Tu has aliviado el tuyo porque has hablado o has llorado, pero puede que hayas aumentado el del otro, porque a su propio dolor le has sumado el que le produce verte sufrir a ti. Y ellos luego ¿se desahogarán con alguien?.

Me contaba un sacerdote amigo, capellán de un hospital infantil (ya os he hablado de él ) que cuando muere un niño es casi más fuerte el dolor de los abuelos que el de los padres. Y tiene su sentido, porque el abuelo sufre por el nieto que ha perdido y por el sufrimiento de su hij@.

No se puede querer a alguien y pasar indiferente sobre su dolor. Es más difícil sobrellevar el dolor ajeno que el propio. Cada uno de nosotros, como mecanismo de autodefensa, encontramos como remontar, pero solemos sentirnos bastante impotentes a la hora de ayudar a remontar al prójimo.

Los amigos virtuales nunca podrán sustituir a los amigos reales, a los de verdad, ni a la familia por supuesto, pero si pueden ser a veces un buen hombro "virtual" para llorar.