lunes, 26 de octubre de 2009

AYUDA EN CARRETERA

Ayer por primera vez, me vi involucrada en eso que en el libro del carnet de conducir llama "obligación de prestar auxilio". Yo conduciendo, y de repente el coche que iba delante de mi frena en seco. Como casi nos damos, cuando estoy a punto de darle un bocinazo, veo que el conductor se baja corriendo a abrir la puerta del copiloto. Lo tira al suelo. En principio pensé que se iban a pegar, pero no. El copiloto tenía un ataque epiléptico. No era el primero que le daba, así que su padre que era el que conducía tenía mucha experiencia sobre lo que hacer en este caso. Tanta que antes que llegara la ambulancia, se le había pasado un poco, y lo tenía de nuevo sentado en el coche para llevarlo él mismo a urgencias.

Todos hemos oído como es un ataque de epilepsia, pero poco sabemos qué hacer aparte de ponerle algo en la boca para que no se muerda la lengua, para que no se haga sangre ni más daño del necesario. Yo estaba allí como una tonta, el padre me decía sujeta aquí, quítale el brazo de allá etc...., pero no tenía ni idea de como poder ayudar a aquél pobre padre, salvo obedecer sus órdenes y decirle a mi hijo que llamara a una ambulancia.

Una cosa es la teoría y otra cosa es verlo en directo. Admiro cada vez más al colectivo médico. Como se tienen que enfrentar día a día a tantas y tantas cosas que a los demás mortales nos horrorizan. Como son capaces de olvidar sus escrúpulos, para salvar una vida o al menos para aliviarla. No importa el aspecto que en ese momento tenga el enfermo, el olor que despida,...., ya habrá tiempo de lavarse las manos, ahora hay que actuar. Y eso no se aprende en las clases. En las diapositivas todo tiene mejor aspecto que al natural, esto es algo que les sale desde el corazón, y si no es así, mejor que se dediquen a otra cosa.

Cuando alguien dice que los médicos terminan por deshumanizarse, creo que no saben lo que están diciendo. A mi este hecho de ayer me impactó, si quizá en demasía, quizá no estoy fuerte sicológicamente para estas cosas, quizá pueden más mis escrúpulos que mi deseo de ayudar a los demás. Imagino que todo esto que yo sentí ayer, lo puede sentir un estudiante de medicina durante un tiempo, pero no puede vivir el resto de su vida con esta obsesión. Estoy seguro que cada paciente que se les muera será una espina clavada en su corazón, que habrá muchos rostros a los que no puedan olvidar en toda su vida,...., pero no pueden vivir las 24 horas del día atados a esta obsesión. Esto no quita que dejen de ser buenos médicos ( podéis ver mi entrada de hace algún tiempo BUENOS MEDICOS BUENOS)

No somos justos con ellos, les pedimos mucho, más de lo que nosotros estaríamos dispuestos a dar. Vale, ..., nosotros quizá no elegimos esta carrera y hay que ser consecuentes, y a lo hecho pecho, pero no se nos puede olvidar que son humanos, y que son conscientes de la importancia de lo que tienen entre manos. Un error no supone una bronca del jefe, puede significar una vida más o menos.

Y como dice mi hija....vaya día el de ayer, después de esto me hacen un control de alcoholemia, en el que orgullosamente di 0.00 . Normal, la cocacola no cabe duda que es sin, y para colmo de males, por la noche se me pierden las gafas. Así que las faltas de ortografía que podáis ver, alguna letra que se me escape por ahí, no le hagáis caso, porque no veo un burro a tres pasos.....esto de tener ya cansada hasta la vista es un horror!!



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