jueves, 2 de octubre de 2008

CREO....

Estas palabras fueron escritas por un prisionero ejecutado por los Nazis durante la segunda guerra mundial en la pared de un campo de concentración
“Creo en el sol, aunque no brille.
Creo en el amor, aun cuando no lo sienta.
Creo en Dios, aun cuando está callado”
Este hombre creía en el sol, aunque estaba encerrado y no lo podría ver. A su alrededor solo vería odio, violencia, hambre y continuas violaciones contra los derechos humanos. No entendería por qué estaba ocurriendo eso. Por qué Dios estaba permitiendo tanto sufrimiento. Sin embargo, creyó en su silencio.
La vida no es fácil. Para nadie. Afortunadamente, no tenemos que pasar por los horrores que se vivieron en un campo de concentración. Pero, cada uno de nosotros tiene su "horror particular". La tendencia natural, es pensar que el nuestro es el peor, el que más pesa. Y ahí nos acordamos de Dios, al que quizás teníamos olvidado. Le preguntamos por qué, por qué a mi, cuándo terminará...y no hay respuesta. Y nos desesperamos. Y nos enfadamos con Él. No aguantamos su silencio. Y decimos que no creemos en Él. Y se lo contamos a todo el que nos quiera escuchar.
Y Dios, como buen padre, se entristecerá cuando nos vea darle la espalda tomando la dirección equivocada. Igual que nos entristecemos los padres cuando vemos rechazo en nuestros hijos.
Aprendamos que Dios, a veces nos responde con sus silencios. Aunque no estemos de acuerdo con lo que hace, siempre lo hará por amor. CONFIEMOS EN ÉL.







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