sábado, 11 de octubre de 2008

HOMENAJE A LA VIRGEN DEL PILAR

Llega el 12 de Octubre, día de Nuestra Señora del Pilar. No os voy a contar su aparición, ni el milagro de Calanda. Seguro que lo conocéis. Hoy os voy a contar lo que para nuestra familia es la Virgen del Pilar.
Hay que remontarse en la historia, cuando Carlos hizo la mili. La hizo en Zaragoza, y durante el año que estuvo allí debía ir a la Basílica todas las veces que podía. Allí debió nacer su devoción por La Pilarica.
Nuestro primer viaje juntos fue a Zaragoza, cuando nuestros hijos han nacido, (aunque la primera salida de los niños en Madrid ha sido para ir a ofrecérselos a Santa Gema por la que también Carlos siente gran devoción), luego por supuesto a Zaragoza.
Aquí llegamos a octubre de 2005. El día que a Carlos comenzaron a hacerle todas las pruebas médicas después del diagnóstico, para valorar el alcance de su enfermedad, en el ala de medicina nuclear del hospital, como si de un sueño se tratara. Cuando le hacen la primera prueba, salió y me dijo "mañana me voy al Pilar. Cuando me he tumbado en la camilla, he visto a la Virgen que estaba conmigo". Ni os cuento mi reacción, me parecía que había perdido la cordura. Con lo que teníamos encima, y me dice esto.
Pero no dije nada, y él fue. Es cierto que no lo acompañé. Fueron con él sus hermanos (siempre dispuestos a todo). A mediodía me llegó un mensaje al móvil que decía "le he prometido a la Virgen que el tiempo que me quede de vida, vendré a verla una vez al mes". Y ya le ha hecho 36 visitas.
No ha faltado ni un mes. Siempre tiene una lista de gente esperando para acompañarle. Y es impresionante verlo rezar a los pies de la Virgen.
El día 12 de enero de este año, le hicieron el mejor regalo que le han hecho nunca. Gracias a una buena amiga, que se encargó de moverlo todo, le hicieron Hermano de la Virgen.
No hay palabras que expresen la felicidad que tuvimos ese día. Rodeados de nuestra familia y amigos, y del incondicional Juan Pedro, en un autobús nos fuimos a Zaragoza.
Fue un acto muy lleno de fé, que vivimos todos con muchísima devoción. La charla del Consiliario en la Capilla de S.Antonio, la Misa en la que lo encomendaron a la Virgen, y finalmente algo que en nuestra vida podíamos soñar.
Yo, con mi ramo de flores, dispuesta a dárselo al Consiliario para que lo pusiera a los pies de la Virgen, y de repente ordena que abran las rejas que vamos a pasar nosotros. No nos lo podíamos creer. !!! Subimos a darle un beso a La Pilarica mientras toda la gente que estaba en la Capilla cantaba el himno a la Virgen !!!. Cuando la besamos y me dí la vuelta, estaba mareada, pero mareada de felicidad.
La gente decía, "deben ser alguien importante porque ahí solo suben los Reyes". Y efectivamente, Carlos es alguien muy importante para la Virgen del Pilar. El se encomendó a ella desde el primer momento en que empezó a cargar con su cruz. Y ella le da fuerza. Una fuerza inexplicable, que nos transmite a los que estamos a su alrededor.
La vida es dura. Como dice la Salve, un "valle de lágrimas". Pero Dios sabe compensar, y nos regala momentos únicos, como este que os he contado.


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