domingo, 12 de septiembre de 2010

LOS ANIVERSARIOS II

Ay madre que seguro que me voy a repetir !!!!, y es que siempre tengo lo mismo que decir, y si no es lo mismo, es muy parecido.

Recordaba que muy al principio de comenzar este blog, escribí una entrada que se llamaba LOS ANIVERSARIOS . Hoy la he leído, si, he caído en la tentación, y eso que hace unos días dije que no era mi costumbre, pero ya veis, las costumbres cambian.


Pues bien, aun a riesgo de aburriros queridos seguidores de mi blog, que me mandéis a la porra y que decidáis no volver a entrar en estas páginas, hoy os voy a contar que se cumple otro aniversario.

Y es que intuyo que mi vida se va a convertir en un contínuo ir y venir de fechas señaladas. Unas que fueron, otras que son, otras que serán y también las que no serán.


Las que fueron pertenecen a la historia. Son solo un recuerdo, la mayoría de las veces bonito y agradable, por esa hermosa capacidad que tenemos los humanos de recordar solamente lo bueno. Esa capacidad que a veces me he preguntado de dónde viene, y estoy segura que es consecuencia del propio mecanismo de autodefensa humano de defendernos de aquello que nos hace daño. Como ya no se puede hacer nada, mejor dejarlos ahí en el pasado, recordando los felices con una sonrisa e intentando olvidar los demás.


Las que serán, y no es que me haya equivocado. El presente lo dejo para el final. Vale, los que serán ya vendrán. Nos los podemos imaginar, los podemos desear, y desearlos de una forma determinada. Pero ahí estará la provindecia que finalmente hará que cada cosa sea como debe de ser. No merece la pena que le dediquemos más tiempo.

Las que no serán. Esta lista sí que es larga !!!!. Es larga, pero completamente mentira. Bueno, no sé si la palabra mentira es lo que lo define. Más que mentira, digamos inexistentes. Solamente existen en nuestra imaginación. Unos jamás se producirán porque están pensados en la medida en la que nosotros queremos que se produzcan. Y no somos nosotros los dueños del futuro. Otros tampoco se producirán porque las circunstancias y las personas que forman parte de estos deseos no existen ya, o incluso no han existido nunca.


Y ahora vienen las que son. Esta es la realidad, lo palpable, lo que estamos viviendo hoy, lo que nos hace hoy reir y llorar. Por las que felicitamos a alguien, o por las que lloramos a alguien. Por las que sonreimos, o por las que nos torturamos la mente.


No sé la definición en el diccionario de la palabra "calendario", ni quién se lo inventó. La Tierra, el Sol y la Luna tienen algo que ver en el establecimiento de lo que es una hora, un día, un año. Esos famosos movimientos de rotación y traslación....., creo va por ahí la explicación científica.


El calendario es algo tan material como una silla o una mesa, que no nos hace sufrir, salvo claro que te caigas de ella. Está colgado en una pared, encima de una mesa, en la pantalla del ordenador o del móvil. Es una sucesión de cuadraditos numerados. Ni más ni menos. Algo tan tonto como esto no puede condicionar tanto el estado de ánimo !!!!!! Parece una verdad de perogrullo Pero solo lo parece.


Miras el día, bueno, solamente "piensas"el día....., y la mente que, por desgracia para nosotros, es libre, comienza a trabajar. Y lo hace con tanto empuje que no somos capaces de pararla. Y va a su ritmo. Pero además, la mente además de ser tan libre y tan trabajadora tiene otro defecto más, que es la desobedicencia. Le dices, "que no, que no, ..., que por ahí no, que no quiero", pero le da igual lo que tú quieras. Ella va a lo suyo, y continúa lo que ha comenzado. Con otro inconveniente más, que es que no se conforma con ir por libre, no le gusta eso de andar solita, te acapara, logra absorberte y consigue que la sigas allá dónde ella quiera ir.


Hoy, después de sesenta días de calendario, con sus sesenta noches, con los sesenta movimientos de rotación de la tierra, aquí estoy, sentada en una habitación en la que me hacen compañía las cuatro cosas que estaban aquí también la madrugada del 12 de julio: La Virgen del Pilar que representa el ´"sí" incondicional que le dió Carlos a Dios en su vida, y a la que tanto quiso. La figura de Sta.Gema, su "Santa", como símbolo de la Cruz que él vivió. Por supuesto, el busto de Franco, que representa, bueno, ..., pues lo que él fue durante su vida, una persona ordenada, fiel a sus principios (espero que ninguno os escandalicéis de esto)


Estas tres quiso Carlos que estuvieran en una estantería, y ahí siguen. La cuarta, él no la quería, pero aquí está, tan presente y tan viva como aquella noche. Es el dolor de la separación física. Se ha instalado entre estas cuatro paredes y será difícil

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